Después de irse para tener una mejor vida, solo pudo arrepentirse día con día, queriendo volver. Solo logró tener el valor de volver cuando ese mensaje le llegó, diciéndole que él había muerto.
Realmente lo extrañaba y solo pudo conformarse con unas...
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A pesar de querer parecer tranquilo su mirada se veía perdida e inquieta. Quedarse sin trabajo era sin dudas una situación complicada. Mientras comía tenía el seño fruncido y se le notaban las pocas ganas que tenía de comer. Se quedaron en la habitación acostados relajándose el resto del día, Thomas había estado horas mirando páginas enviando su currículum sin tener respuesta de ninguno.
Thomas se recostó en su pecho y vieron unas películas pero sentía a Thomas en otro lugar, logró dormirse alrededor de dos horas y cuando volvió a despertarse estaba solo. Llegó a creer que estaba en el futuro nuevamente hasta que al ir a la cocina se consiguió con Thomas en la cocina bebiendo.
—¿Que haces Tomy...? —él se llenó el vaso con lo que parecía ser whisky y se lo bebió de un trago.
—Estoy bien.
—No lo parece... —se sentó a su lado y lo miró—. ¿Que pasa Tomy? Puedes hablar conmigo. —volvió a llenar el vaso y suspiró.
—Papá tuvo otro hijo con otra mujer mientras estaba con mamá. —le dijo, aquí era donde había empezaba todo—. No era algo que esperaba, papá me dijo que no era nada pero me dió la sensación de que me estaba amenazando cuando me dijo que no dijera nada. Mamá no lo sabe, supongo que no quiere que ella pierda su buena imagen de él, pero ahora solo puedo sentir asco por él. No lo sé... Quizás solo estoy exagerando por no esperarme esas cosas de él... —volvió a beber lo que estaba en vaso—. Son cosas que podrían pasar y no me parece tan descabellado creerlo pero... No lo esperaba de él.
—No vayas a reclamarle Tomy.
—No tenía pensado hacerlo.
—Solo ignóralo. —le quitó el vaso y lo dándose un trago que quemó su garganta—. Algunas veces es mejor fingir demencia. —Thomas sonrió.
—Me gustaría creer que si pero también sentí miedo con él, jamás me había mirado así.
—Sería mejor que no salieras estos días, necesitas relajarte.
—Si... yo no sé que pasa... Papá actúa raro, tu actúas raro...
—Lo se, lo siento. —Thomas dió un trago largo directamente de la botella.
—Es difícil mantenerme tranquilo ahora. A veces solo pienso en morir pero me asusta hacerlo. Sigo creyendo que en algún punto podría caer en la locura, con todo lo que pasó contigo estaba preparándome para que terminaramos.
—¿Algo más que quieras decirme? Háblame Tomy... —él se sacó su teléfono de su bolsillo colocándolo en la mesa.
—Quizás sea tiempo de decirte esto... —deslizó su teléfono en la mesa y le mostró unas conversaciones—. Tu jefe consiguió mi número.
«Espero que te sientas bien deteniendo el crecimiento laboral de tu pareja. Su vida en París iba hacerlo llegar muy alto.»
«Rechazar un trabajo por una pareja es una excusa barata.»
