Gangster love

Cap. 4

Al día siguiente, Katalina se despertó a las 6:00 para prepararse para ir a clases. Era su último año en el instituto. Ella no había repetido ningún curso, a pesar de ser una alumna un poco problemática, siempre aprobaba con un cinco o seis, y eso la bastaba. Tenía planeado hacer un pequeño curso de estética el año siguiente, a los 17. Su sueño desde pequeña era ser maquilladora profesional.

Ese día no estaba de buen humor así que decidió ponerse sus prendas favoritas para compensarlo.

Aunque su familia tuviera dinero suficiente para comprar ropa de pijos y pagar la matrícula del instituto concertado de su barrio, el estilo de Kata era urbano y asistía al instituto del barrio de al lado, que, a diferencia del suyo, este era más pobre.

Se vistió con un top blanco sin mangas, ceñido a su figura. Una falda vaquera corta con bolsillos a los lados. Encima de la parte de arriba, se abrigó con una cazadora de carreras roja, que pertenecía a su madre cuando tenía su edad, adornada con marcas importantes como Ferrari, Marlboro y Shell. De accesorios se puso una cadena plateada con una estrella en el centro y unas pinzas de pelo rojas, también de estrellas. El color de estas destacaba sobre su brillante y lacia melena azabache. Finalmente se calzó unas zapatillas BAPE, también con detalles rojos y estrellas a los lados.

Se hizo un maquillaje baddie, como siempre y bajó al salón.
Allí se encontró a las dos familias que habitaban la casa sentadas en la gran mesa del comedor. Tardó tanto en prepararse que ya eran las 7:15 y los demás ya se habían despertado. Todos voltearon a verla. Jonathan la analizó de arriba a abajo, lentamente, como si quisiera observar cada detalle.

-¡Kata! Solo faltabas tú, ven a desayunar- dijo su madre amablemente.

-Yo no desayuno, mamá- respondió cortante.

El silencio invadió la casa de los Montoya por unos segundos.

Katalina rodó los ojos y subió las escaleras de nuevo rápidamente para coger su mochila y volvió a bajar para luego coger una manzana de la cocina y, sin más, salir por la puerta. Aún era demasiado pronto para irse, pero le molestaba tanto la situación en su casa, que prefería estar lejos de allí.