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—Sunghoon... —susurro el mayor débilmente mirando a su alrededor.

No era su casa, no era la casa de Jungwon ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado?

—Despertaste —reconoció la voz, era Jay.

—Jay ¿Qué haces aquí? ¿Qué paso? ¿Y Sunghoon?

Entonces recordó todo, dedujo donde estaba, su memoria solo recordaba hasta la parte en que había subido al ascensor y de pronto todo era negro.

Sus lágrimas volvieron a salir al recordar la imagen de su esposo engañándolo con Winter.

—Hey... no llores, estas bien, estas fuera de peligro.

—¿Llamaste a Sunghoon? —pregunto aún con lágrimas.

—Lo hice, pero no contesta, debe estar ocupado.

—¿Engañándome con Winter?

Jay se quedó helado, sin saber que hacer o decir, entonces unió los puntos y entendió el motivo del desmayo de Heeseung, a parte de su embarazo, descubrió la infidelidad de Sunghoon.

—¿Lo sabias, Jay? —el pelinegro se quedó en silencio, estaba avergonzando— ¡¿Lo sabias, Jay?! —se alteró llorando aún más.

—Si...

—¿Hace cuánto me engaña? —nuevamente el pelinegro no contestó— ¡CONTESTA JAY! ¿HACE CUANTO ME ENGAÑA? —sus gritos los hicieron asustar.

—Primero cálmate, eso le hace daño a tu hijo —suspiro— Hace 3 años.

Heeseung no podía dejar de llorar, todo su matrimonio había sido una mentira, esos años de matrimonio, eran una mentira, todo fue a base de engaños y mentiras, de una maldita infidelidad que había acabado por joderle la vida.

—¿Hace cuanto lo sabes, Jay?

—Hace 6 meses...

—Mientes Jay ¿Y en mi cara?

—No, de verdad me enteré hace 6 meses cuando... —No sabía si seguir hablando— Cuando los encontré teniendo sexo en la oficina.

Heeseung apretó sus manos en un puño, quería golpear Sunghoon, pero su débil corazón aun lo amaba.

—¿Me consideras tu amigo? —miro al alto, con los ojos rojos.

—Si Heeseung, claro que sí.

—Haz tres cosas por mí, por favor.

—Lo que me pidas.

—Primero, quiero un vuelo a Londres para mañana a primera hora, segundo, no le dirás nada a Sunghoon sobre mi embarazo, tú no sabes nada ¿Bien? Porque él nunca quiso hijos conmigo, ni me quiso a mí, tampoco le dirás dónde estoy o que me estas ayudando, él no debe saber nada y tercero, búscame a un buen abogado, quiero el divorcio lo más antes posible.

—Haré lo que me pides, pero... ¿No le dirás nada a Sunghoon de tu embarazo?

—Claro que no, mi bebé no tiene un padre, solo me tiene a mí, solo a mí.

Jay asintió con pesar, otro secreto más en su vida y uno con más peso que el anterior, pero esta vez sí tenía motivos para guardarlo, no era quien para decirle a Sunghoon sobre su paternidad y Heeseung tenía los motivos válidos para hacerlo.

El alto no perdió el tiempo y buscó el vuelo más temprano a Londres, mientras el menor dormía, movió todos sus contactos y entre esos el de uno de los mejores abogados de Seúl, le explico brevemente la situación, pero fue interrumpido por un chico pelinegro y pecoso, quien entro a la habitación desesperado.

𝐅𝐨𝐫𝐠𝐞𝐭 𝐎𝐫 𝐋𝐨𝐯𝐞 ੭୧ heehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora