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Dos semanas pasaron desde el momento en que Sunghoon vio por primera vez a su hija y desde que él y Heeseung se besaron, ninguno había vuelto a hablar del tema, por el contrario, evadieron el tema y se evadían a sí mismos, intentando no quedarse solos en un solo lugar.

Haerin diariamente le rogaba a su padre ir a la oficina para poder ver y hablar con Sunghoon, ya que desde la última vez no habían vuelto a hablar o a verse, por muy extraño que sonara, ella sentía la necesidad de verlo, no solo porque era alguien a quien admiraba, sino porque sentía la necesidad de verlo, de abrazarlo y hacerle muchas preguntas, pero Heeseung se lo impedía, por el bien de ella o, mejor dicho, por su propio bien.

El día amaneció con bastante sol, algunos rayos entraban por la habitación de Heeseung, quien dormía plácidamente en su habitación, para su suerte, Haerin se había quedado a dormir en la casa de Beomgyu, aunque prácticamente ya vivía ahí. Iba a cerrar nuevamente sus ojos, pero su celular comenzó a sonar.

—¿Bueno?

—No puedo creer que sigas dormido, Heese.

—¿Qué quieres Park? —bostezo.

—Te invito a almorzar, faltan como 5 horas, pero te invito, a ti y a tu hija.

—Yo-

—No aceptó una negativa por respuesta Heese, así que te espero en el restaurante "Mingles" a las 2, sé puntual —y sin darle tiempo a responder colgó.

Heeseung sonrió inconscientemente al mirar su celular y se acostó unos minutos más tratando de dormir nuevamente, pero no pudo, ya que el sol entraba con más fuerza y sus cortinas eran delgadas.

Con mucho pesar y mal humor se levantó de su cama, era más flojera que persona, pero aun así se dio un baño en agua caliente, tenía que pasar por Haerin y enseñarle ciertas mentira para no salir delatado en su almuerzo con Sunghoon.

Una vez listo, bajo hasta el primer piso, saludó cordialmente al portero y fue a sacar su auto, aún era temprano. Su plan era simple, ir a casa de Beomgyu, estar con él y los niños un rato hasta la tarde, enseñarle mentiras a su hija e ir a su tan temido encuentro con su ex.

Miró su celular, eran las 11.30 am, la hora perfecta para estar con su cuñado, sus sobrinas y su pequeño tesoro; sin embargo, una voz se lo impidió

—Hola Heeseung —mencionó con una sonrisa.

—¿Cómo supiste donde vivo?

—Tengo mis contactos.

—¿Qué haces aquí, Minjeong? ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?

—No, de hecho, solo vine a entregarte esto —extendió un sobre, pero Heeseung no lo tomó— Vamos Heeseung, tómalo, es especialmente para ti.

—Por una vez en tu vida te agradecería que seas directa ¿Qué contiene ese sobre?

—Es mi invitación para mi boda con Sunghoon en tres semanas.

Heeseung se mantuvo sereno, como si aquellas palabras no le hubieran afectado, como si su duro corazón no hubiera sentido una espina clavándose hasta el fondo, no iba a mostrarse débil ante la pelinegra, no iba permitir que nadie volviera a verlo débil.

—Entiendo ¿Quieres que esté en primera fila?

—Quería que tú seas mi primer invitado y quería darte personalmente mi invitación, espero que no faltes.

—Por Dios Minjeong, te ves tan ridícula haciendo esto.

—No tengo nada contra ti, pero es necesario que asistas, que veas que tu historia con Sunghoon es pasado, que entiendas que su presente y su futuro está a mi lado.

𝐅𝐨𝐫𝐠𝐞𝐭 𝐎𝐫 𝐋𝐨𝐯𝐞 ੭୧ heehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora