𝐏𝐄𝐓𝐑𝐈𝐂𝐇𝐎𝐑 | ❝el olor a tierra que se
produce cuando la lluvia
cae sobre la tierra seca.❞
Kiara Black está ansiosa por graduarse y dejar su ciudad natal en el pasado...
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—ES DIFÍCIL DE EXPLICAR.— Le dijo Kiara a Rosalie mientras estaban sentadas en la biblioteca, sus apuntes habían sido olvidados hacía tiempo, ya que la conversación había pasado de la ciencia al mal carácter de Kiara. Acababa de disculparse con Rosalie por haberla tratado mal la semana anterior después de recibir el mensaje de texto de Jacob. Pasar el tiempo de estudio juntas se había convertido en algo habitual desde que Kiara lo había sugerido la semana anterior, y con cada hora que pasaban juntas se trataba menos del trabajo y más de conocerse.
»—Es como... cuando las cosas me molestan, realmente me sacan de quicio. Solía pensar que no era natural, pero mi madre siempre me había dicho que era genético y que venía de mi padre, pero yo nunca lo había visto ponerse como yo.
Rosalie asintió mientras seguía hojeando el libro que tenía delante, aunque estaba segura de que no había leído ni una palabra de las últimas quince páginas que había tachado. Su concentración estaba completamente concentrada en cada palabra que Kiara decía, aunque lo negaría más tarde cuando Alice lo mencionara esa noche.
—¿Qué piensa tu mamá sobre que te hayan trasladado a Forks?
Rosalie sintió que era un tema delicado tan pronto como el corazón de Kiara dio un vuelco. Levantó la vista del libro para ver que Kiara había hecho una pequeña pausa mientras hojeaba el suyo, jugando con la idea de contarle la historia a Rosalie. Justo antes de que la rubia pudiera disculparse, Kiara continuó hablando.
—Ella... um... ella murió cuando yo era pequeña.— Dijo Kiara con suavidad, sin saber realmente qué decir. —Así que mis hermanas se mudaron bastante rápido después de eso, lo que obviamente no ayudó con la ira y luego mi papá intentó ayudarme, pero siempre se relacionó mucho más con Jacob. Supongo que las fiestas, la bebida y el acostarme con otras personas siempre fueron solo una forma de desahogarme.
—Kiara... lo siento mucho.— Dijo Rosalie, con la voz más tensa de lo habitual mientras miraba a la chica. Ella misma había conocido muchas pérdidas en su vida, más para ella misma que para los demás, ya que había perdido la capacidad de tener todo lo que alguna vez había soñado, pero la forma en que Kiara se comportaba era admirable.
