Parte 1 Prólogo

961 42 1
                                    

Luego de que Hashirama el kami no shinobi y primer hokage de Konohagakure no sato terminara "asesinando" a su rival y una vez mejor amigo Uchicha Madara se retiró del lugar bajo la lluvia y con un fuerte dolor en su pecho, pues pese a todo él consideraba a Madara como su hermano, pero eso se acabó, él ahora está muerto... ¿Verdad?

-Horas después en una cueva oculta muy lejos del valle del fin-

Podemos ver a un mal herido Madara abrir lentamente sus ojos pese al dolor que sentía en su pecho por la herida recibida en aquel combate comenzó a mirar a los lados para saber dónde estaba, hasta que logró ver a una bella mujer de cabello rojo como la sangre y ojos violeta viéndolo fijamente con una mirada de amor, preocupación y enojo.

Madara: A...Kira... solo logró decir el nombre de su amada, pues el dolor le estaba haciendo factura.

Akira no dijo nada y comenzó a curarlo, Madara solo quedó viendo a su amada hasta que notó cómo comenzaron a salir lágrimas de sus bellos ojos haciendo que se sintiera como una basura por hacer llorar a la persona que más ama y que siempre estuvo con él y que nunca le dio la espalda pese a la guerra que se estaba dando y la batalla de clanes, ella nunca lo abandonó y siempre estuvo a su lado y ver que por culpa suya estaba llorando pues honestamente hasta alguien tan serio y mortal como Madara sintió cómo su corazón se estrujó ante tal vista. Luego de unos minutos ella terminó de sanarlo y lo dejo cómo si no hubiera pasado nada, siendo el mejor ninja médico del mundo pues le era una tarea relativamente fácil de curar esa herida aparte que le pasó un poco de chakra para que no se desmayara por el desgaste así que ella enfoco su vista en su amado con esos ojos violetas sacando lágrimas de preocupación.

Madara se levantó y la abrazó lo más fuerte que pudo y Akira rápidamente lo abrazaba mientras le decía "idiota idiota" una y otra vez, es curioso, Madara nunca soportó que alguien le faltara el respeto, pero ahora estaba aquí, su amada le insultaba y él no hacía nada para decir lo contrario. Luego de unos momentos se separaron y el pelo azabache limpió el rastro de las lágrimas de las mejillas de Akira.

Madara: Akira... lo siento. Dijo de verdad dolido por lo que le provocó a su esposa, pues solo por querer pelear contra Hashirama casi muere y deja a su esposa con su futuro bebé en camino.

Akira: Cariño... por favor... dime que ya no volverás a pelear contra ese Senju... dijo mientras miraba a su amado a los ojos.

Madara quedó pensando lo que dijo Akira unos segundos antes de sacar una pequeña sonrisa en sus labios.

Madara: Lo prometo, no volveré a pelear contra Hashirama... no sé qué pensaba al volver a luchar contra él... lo peor de todo es que sinceramente había perdido el interés en plena lucha, en varias ocasiones estuvo a punto de matar al Senju, más sin embargo no lo hizo porque sabía que eso solo iba a generarle más problemas a él y a su futura familia, pues con su esposa Uzumaki a la hora de entrenar aprendió nuevas ramas del arte shinobi y mejoró considerablemente su habilidad en muchas otras, siendo capaz de usar suiton, Raiton y Futton, ser un gran sensor solo superado por su esposa y Mito Uzumaki, maestro en el Kenjutsu ya que aparte de su mítico Gunbai y su Oz también usaba dos katanas, podía usar chakra en sus puños para mejorar considerablemente su fuerza, sus sellos de resistencia entre otras cosas que tenía escondido en su repertorio... cosas que no usó en el combate contra Hashirama.

Akira solo pudo asentir para luego poner una cara feliz y recostar su cabeza en el pecho de su esposo, de verdad amaba estos momentos íntimos entre ellos pues era bien sabido que los Uchihas eras bastantes... melancólicos en cuánto a su actitud y su esposo era en cierta parte una excepción ya que era alguien muy tranquilo/sereno y mortal, solo cuando estaba con ella a solas podía ver su lado cariñoso o amable, cosa que a ella le encantaba.

Naruto Uzumaki UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora