Hyunjin, un hombre demonio frío y sin sentimientos, ofrecía contratos a la humanidad, cualquier deseo a cambio de la vida del solicitante, su corazón era de hielo, sin compasión ni remordimiento. Pero un día, un flechazo inesperado lo cambió todo.
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Hyunjin, el hombre demonio, llegó a su casa con una mezcla de emociones encontradas. Quería arreglar las cosas con su novio demonio Seungmin, pero sabía que no sería fácil. La puerta se abrió con un crujido y Hyunjin entró, llamando a Seungmin.
Seungmin salió de la sombra, su mirada intensa y fría, pero con un brillo de esperanza en sus ojos- Qué quieres, Hyunjin- preguntó con voz baja y peligrosa.
Hyunjin se acercó, intentando calmar la situación-Quiero hablar contigo Seungmin arreglar las cosas entre nosotros he estado pensando mucho y quiero disculparme por mi comportamiento-
Pero Seungmin no estaba dispuesto a escuchar-¿Arreglar las cosas? ¡Tú solo me ocupas para sexo! ¡No te importa nada más que satisfacer tus propios deseos! ¡Eres un maldito egoísta y solo te preocupas por ti mismo!"
Hyunjin se encogió de hombros, sin mostrar emoción alguna- ¿Qué importa? ¡Eso es lo que quieres, ¿no? ¡Sexo y nada más!-
Seungmin se enfureció-¡No! ¡Eso no es lo que quiero! ¡Quiero que me ames, que me cuides, que me trates con respeto! ¡Pero tú no eres capaz de eso, porque eres un maldito demonio sin sentimientos!-
La discusión escaló rápidamente, con ambos demonios intercambiando palabras duras y groserías- ¡Eres un mentiroso!-gritó Hyunjin. -No te importa nadie más que tú mismo! ¡Solo te preocupas por tus propios intereses!-
Seungmin respondió con furia-¡Al menos yo te amo sinceramente! ¡Te amo con todo mi corazón, pero tú no eres capaz de amar! ¡Eres un demonio frío y sin sentimientos!-
Hyunjin se rió con sarcasmo-¡Amor! ¡Eso es solo una palabra para ti, Seungmin! ¡No sabes lo que es el amor!-
Seungmin se derrumbó en llanto, su corazón roto en mil pedazos -¡Sí que sé lo que es el amor! ¡Y te amo, Hyunjin! ¡Pero tú no me amas, y nunca me amarás!-
Finalmente, exhaustos y furiosos, ambos demonios se separaron, sin resolver nada. La casa quedó en silencio, solo rota por la respiración agitada de los dos demonios, que sabían que la brecha entre ellos solo había crecido más ancha.
Hyunjin se dirigió a la puerta, listo para irse, pero se detuvo y se volvió hacia Seungmin. -¿Sabes qué? ¡No mereces mi amor! ¡No mereces mi tiempo! ¡Eres un demonio débil y no mereces la felicidad!-Y con eso, salió de la casa, dejando a Seungmin solo y furioso.
La puerta se cerró con un golpe, y Seungmin se quedó solo en la oscuridad, llorando de rabia y tristeza. Sabía que había perdido al amor de su vida, y que nunca podría recuperarlo. Seungmin se preguntó por qué Hyunjin no podía amarlo de la misma manera que él lo amaba, por qué era tan frío y sin sentimientos.
Pasaron los días, y Seungmin no volvió a ver a Hyunjin. Sabía que era mejor así, que no merecía la pena tratar de arreglar algo que estaba roto desde el principio. Pero el dolor en su corazón no se iba, y Seungmin sabía que nunca podría olvidar a Hyunjin, el demonio que no supo amarlo.