INCANDESCENCIA

CAPÍTULO 1

– Me complace presentaros a marido y mujer ¡su alteza la princesa Enid de Elysium y su marido Cian, futuros reyes!, ¡puedes besar a la novia! –Cientos de aplausos y vítores se escucharon en ese momento por toda la sala. Desde ancianos hasta niños que seguramente no sabían qué hacían allí – ¡Alcemos todos nuestras copas y que bendigan a la gran pareja! – en ese momento todo el mundo empezó a brindar y a beber el contenido de su copa, si es que no lo había derramado antes de llevárselo a la boca.

Aquí me encuentro yo, en la primera fila de la ceremonia, junto a mi hermano, el cual está más pendiente de la chica que se encuentra en la banca de enfrente que de ver cómo se casa su hermana mayor. Aplaudo y pongo mi mejor sonrisa, cuando mi padre, sentado a mi izquierda, me agarra del brazo y me pide que nos acerquemos a donde mi hermana ya está recibiendo la enhorabuena de un gran grupo de personas.

— Por favor Iona, te lo pido, no me hagas quedar mal el día de hoy, sabes lo importante que es. No solo por tu hermana, hoy me reuno…

– Hoy te reúnes con el rey de Arcadia, lo sé. Tengo 21 años, que yo sepa ya no me hago mis necesidades encima ni hago pataletas en mitad de salón para que creas que puedo avergonzarte.

– Por favor controla a tu hermano, ¿crees que no me he dado cuenta cómo miraba a la hija de Lord Argentum?, demasiado tengo ya con que este año entres tú en la gran Academia. Hoy tiene que salir todo bien, ¿entendido?

– Sí papá. Pero tienes que saber que yo no soy la niñera de nadie. Si Gavin hace todo esto es por llamar tu atención, llevas años que no nos haces ni caso, pero claro nosotros no somos Enid ¿verdad?

Las conversaciones con mi padre son siempre igual, él me dice lo decepcionado que se sentirá si no sale todo como él quiere y yo intento hacerlo lo mejor que puedo. El resultado no siempre es bueno eso debo de admitirlo.

Hoy estamos en la boda de mi hermana Enid, 28 años, graduada de la gran Academia y casada con el perfecto Cian, hijo mayor del gran duque de Elysium. No ha podido hacerlo mejor,ella es la hija perfecta, futura reina de Elysium y reina suprema de los 12 reinos, cómo mi padre no podría estar orgulloso de ella, es la perfección en persona.

– ¡Iona! – giré la cabeza para encontrarme con Briana.

Briana y yo hemos sido amigas desde que tengo uso de razón, su madre y la mía eran amigas desde muy jóvenes y por ende nosotras también. Briana es la amiga en la que más confío, desde pequeña sabe la presión a la que me someto viviendo bajo el mismo techo que mi hermana. Cuando estoy con ella, consigo relajarme y olvidar por un rato lo perfecta que debo de aparentar estar siempre.

Ella llega a donde estoy yo hablando con mi padre. Le hace una reverencia y saluda con educación a su rey.

– Su majestad espero que le haya gustado el enlace tanto como nos ha gustado a mis padres y a mí, ha sido muy emotivo – con cada palabra se le ensancha más y más la sonrisa en la boca – estoy muy feliz de que nuestras familias se hayan podido unir finalmente.

Porque sí, esa es otra razón por la cual Briana y yo siempre hemos estado juntas,su hermano Cian es el ahora marido de mi hermana. Nuestras familias siempre han estado muy unidas. El padre de Briana, el gran duque, es además el segundo de mi padre, lo que hace que tanto el duque como sus dos hijos se hayan criado en el mismo palacio que yo. Supongo que esa fue la razón por la cual mi hermana y Cian se enamoraron, como dicen el roce hace el cariño.

— Sí Briana estoy encantado con la boda, pero dime dónde puedo encontrar a tu padre,es urgente que tenga unas palabras con él.

— Está ahora mismo hablando con mis abuelos, se encuentran juntos a los estandartes de la casa de Gloyd.