Capitulo 4.

10 1 0
                                    

Seungmin corría lo más rápido que podía hacía las rocas. Una vez llego empezó a subir con cuidado de no caerse y al entrar a las pequeñas rocas miro a un señor el cual se asustó al ver al pequeño niño.

— Usted vio todo ¿Verdad?

Aquel señor se quedó callado sin decir ni una sola palabra.

— Mi papá está... Mi papá no lo mató.

Entonces aquel señor entendió todo, aquel niño rubio vino en busca de respuestas por lo sucedido con aquel niño castaño. Seok no sabía cómo responderle pero solo asintió con la cabeza dando a entender que el papá del menor no mato a aquel niño.

— Entonces usted le diría a mi abuela lo que realmente pasó -expuso alegre mientras que el mayor asintió. — Espérame no te vayas si, regresaré con mi abuela -y sin más Seungmin bajo las rocas rápidamente y fue corriendo hasta la casa donde estaba su abuela. — Abuela -llamo.

— Seungmin al fin te encuentro no vuelvas a irte a su corriendo.

— Abuela papá no fue, hay un hombre el lo vio todo abuela, él hablara abuela, dirá que mi papá no hizo nada -expuso a lo cual su abuela lo miro confundida. — Ven abuela sígueme -tomo el brazo de su mayor y fueron lo más rápido posible pero al llegar a las rocas no había nadie, aquel hombre había desaparecido.

— Seungmin no hay nadie aquí -expone.

— Abuela el hombre dijo que no se iría abuela.

— Cariño tu solo lo imaginaste a aquel hombre.

— No abuela ese hombre era real abuela, lo era! -sin más salió corriendo.

Despues de ser trasladado ya habían llegado a la nueva prisión de detención de militares.

— Llegaron los nuevos prisioneros -expuso uno de ellos.

— Bajenlos.

— Comandante son los tres nuevos prisiones.

— Sung Jiwoo, Lee Taemin y Kim Sungjae.

Uno de los comandantes se acercó hasta Kim y le dio un golpe haciendo caer al suelo ante la mirada de todos.

Sungjae sollozo ante aquel golpe, él ya estaba demasiado golpeado, tenía un ojo morado que ni lo podía abrir, tenía varios golpes por todo su cuerpo y su cara estaba demasiado golpeada.

— Traiganlos.

Sin más los tres detenidos fueron llevados por aquellos militares hasta dentro dónde a uno por uno los iban dejando en una celda correspondiente pero a Sungjae lo metieron a la celda con los más peligrosos.

— Te tragué un pequeño y delicada víctima -expuso.

— ¿Que hizo? -pregunto el líder.

— Mato al hijo del coronel -y con eso fue suficiente para que el prisionero se quede sorprendido y sin más se retiró.

Una vez que se fueron los militares con su comandante estos esperaron a que Sungjae tomo un baño para poder atacarlo y así fue. Una vez que esté se disponía a salir lo atacaron hasta dejarlo inconsciente.

Los días transcurrían y siempre era lo mismo pero el tenía la esperanza de salir por su hijo, por su pequeño retoño Seungmin el cual era su luz de vida.

Por otra parte tenemos al Coronel quien estaba lleno de odio hacia los Kim.

— ¿Que datos me tienes de su familia? -pregunto seriamente.

— Por lo que investigue tiene un hijo de la misma edad que Jiwoong y tiene a su abuela la cual cuida de los dos.

— Muy bien por cuál comenzaremos -expuso ante la mirada de su investigador. — Crees que sería lo correcto ir por su hijo.

— Si el hizo lo de su hijo podría empezar por el mocoso.

El coronel sonrió con maldad ahora sí cobraría venganza por lo de su hijo.

Por otra parte tenemos a la abuela, a Seungmin y a su profesor quienes estaban ya en la nueva prisión.

— Queremos ver a Kim Sungjae -expuso el profesor mientras le entregaba la hoja a uno de los militares.

— Lo siento pero esto es falso -sin más rompió la hoja.

— Oiga está detallado por un abogado tenemos el derecho de ver al prisionero.

— Señor por favor déjeme ver a mi nieto -pidio la mayor.

— Ya les dije que no podrán verlo así que tengan el favor de retirarse.

— Retirarse porque si es usted el que no nos quiere dejar pasar! -grito al final.

Seungmin estaba sentado en una esquina mientras escuchaba a sus mayores hablar con aquel hombre pero su mirada se dirigió a una pared así que sin pensarlo y sin ser visto llegó hasta allá donde empezó a gritar.

— Papaaaá -decia mientras corría. — Papaaaaá, papito -sin más freno hasta la mitad de la pared donde empezó a gritar. — Papaaaaá!! Papá!

Sungjae estaba en el patio con todos los de su celda mientras estos jugaban el andaba mirando a las palomas y les sonreía pero en eso escucho unos gritos diciendo papá, esa voz la reconocía así sea desde lejos así que sin pensarlo corrió hasta la pared.

— Seungmin!! -grito lo cual hizo confundir a sus compañeros de celda que quedaron viendolo.

— Papaaaá! lo ví, ví al gigante de un ojo papá.

Todos los reclutas se aprendieron al escuchar aquella voz de un niño gritando papá.

— Seungmin -empezo a golpear la pared con fuerza.

Tanto los vigilantes como sus compañeros de celda fueron hasta donde Sungjae a cogerlo.

— Seungmin!!!

— Pap- no sueltenme, sueltenme, papá ayúdame -grito.

— Seungmin! -gritaba tras ser galoneado a la fuerza hasta dentro.

— No ya sueltenme -trataba de soltarse.

Tanto la abuela como el profesor escucharon los gritos de Seungmin fueron corriendo hasta verlo y ahí lo vieron siendo cogido por unos militares.

— Sueltenlo es solo un niño -pidio el profesor pero no le hicieron caso, estaba por hablar pero en eso se escucho otra voz.

— Suelten al niño.

mi venganza ¡! knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora