♫︎ 𝘖𝘯𝘦 ♫︎

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Los cerezos empezaban a soltar sus hojas, llenas de un tono rosado que indicaba la llegada de la primavera en Japón, sin duda un espectáculo hermoso para cualquiera

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Los cerezos empezaban a soltar sus hojas, llenas de un tono rosado que indicaba la llegada de la primavera en Japón, sin duda un espectáculo hermoso para cualquiera.

Pero no todos podían ver los colores, algunos simplemente veían oscuridad y tonos monótonos, sin una pizca de vida o felicidad en sus ojos.

Geto estaba en el límite entre esos dos lados, se debatía consigo mismo, ¿Valía la pena todo esto?

El mundo sigue cambiando, aun después de la muerte de Riko Amanai, nada a cambiado, salvo el mismo.

Todos están como si nada, su mejor amigo Satoru incluso había progresado, ¿y él?

Él solo se estaba siendo separado aún más del mundo, solo podía ver sufrimiento en lo que alguna vez fue su lugar de confort.

"Malditos monos"

Todo parecía reducirse a ese pensamiento, todo era culpa de los débiles, por ellos morían sus compañeros.

Era desagradable, como la maldición que se retorcía frente a él, sufriendo y chillando de dolor, su mirada solo era cansada y monótona, sin rasgo de empatía o misericordia.

La agonía de la criatura terminó cuando se formó una esfera perfecta, el joven sin emoción alguna agarró el objeto y lo trago.

El sabor de vómito, como un trapo mojado qué no se limpio en años, inundó su paladar, con pesar trago, esto era un infierno.

Era una mierda.

Simplemente se dispuso a regresar a la escuela de hechicería, después de todo solo lo mandan a hacer misiones sin importancia, no como sus amigos, Shoko ayudando a los heridos y Satoru en solitario por ser el más fuerte.

Sentía...que ya nada tenía sentido, ¿acaso tiene que ver a sus compañeros morir por gente sin importancia?

...

Vaya basura.

Con disgusto camino entre las calles, la gente no le prestaba atención, no es que a él le importara, estos monos no saben nada del mundo, no saben el terror que le provocan a los demás con su ignorancia.

Por raro que pareciera, aun trataba de mantener sus valores anteriores en pie, su deber es proteger a los débiles, pero ahora...simplemente se sentía mal.

Tomo un atajo, solo quería llegar y encerrarse en su cuarto, quizá tenga humor para comer algo después de todo, no a comido bien en semanas, más exactamente desde la muerte de la joven Amanai.

Sus pasos eran pesados, sin alegría, el sonido de sus zapatos contra el camino de tierra del pequeño parque, que tomo como atajo, era rítmico.

Pero una suave melodía se dirigió hacia sus oídos.

Al inicio no le tomo importancia, después de todo la ciudad es bulliciosa y a veces hay músicos callejeros, pero sintió que el sonido era diferente.

Por mera "curiosidad" (no tenía nada más que hacer), giró su cabeza hacia donde escuchaba la música.

Yᴏᴜʀ sᴡᴇᴇᴛ ᴍᴇʟᴏᴅʏ (ʸᵒᵘʳ ˡⁱᵉ ⁱⁿ ᵃᵖʳⁱˡ ˣ ʲʲᵏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora