¿Podía un alma perdida encontrar la salvación?
Para Suguru Geto parecía imposible, después de su desastrosa misión con el recipiente del plasma estelar su mentalidad decayó rápidamente.
Pero...el destino tenía una sorpresa para él.
Aunque no de la m...
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No sabe exactamente como llego a esta situación.
- Entonces, ¿me estas diciendo que nunca probaste uno de estos? -le dirigió la pregunta una joven castaña-
- No, como me mude a Tokio hace no tanto, no tuve tiempo de visitar y probar comida jaja. -respondió Kaori-
Suguru se encontraba con su típica cara neutral, él solo había salido para comprar las reservas de comida para la despensa de la institución, más bien, Shoko lo obligó a hacerlo.
Al final la castaña tuvo misericordia y decidió ir con su amigo, claro que solo iba para comprar unas cosas que necesitaba (paletas y cigarrillos).
En su camino se cruzaron con cierta violinista, que salía de una farmacia con una bolsa de compras, ella rápidamente reconoció al joven y decidió saludarlo, su compañera estaba intrigada de quien era ella y como se conocían por lo que se presentaron, Miyazono le explico que simplemente se encontraban seguido y que él fue a ver (obligado) su participación en el concurso de violín.
Y así fue como terminaron aquí, después de que la hechicera invitará a la muchacha a degustar algunos postres para conocerla más.
Los tres estaban sentados en una mesa adentro de la cafetería, las jovencitas estaban animadas pidiendo algo que comer, "Raindrop cake" era algo que Kaori no había probado ya que venía de otro lugar en el que no era muy popular.
- Mmmm es raro...bueno, comida es comida. -el humor de la rubia no decayó mientras comía el postre peculiar-
- Es bueno, ya que no tiene mucha azúcar. -comenzó Shoko-
- ¿Y a ti que te parece Geto? -le pregunto Miyazono con una sonrisa mientras tenía la cuchara en la boca-
- No es mi favorito. -dijo sin importancia-
- ¿No te gusta lo dulce? -esta vez el semblante de la violinista cambió a uno de sorpresa-
- No, solo que no los consumo demasiado.
- Tal vez deberías, el azúcar te levantaría el ánimo. -Shoko le sugirió-
La castaña no era tonta, sabía que después del fracaso de la misión con Gojo, su compañero había cambiado, había adelgazado y tenía ojeras notorias, tenía esa sonrisa cansada, se preguntaba porque Satoru no hablaba con él pero al parecer no lo noto por estar ocupado en misiones solitarias.
- ¡Podría darte algunos si gustas!, mis papás dirigen una negocio y venden muchos postres diferentes, mira. -Saco su teléfono y mostró fotos de su galería con fotos de la comida mencionada-
Se sorprendió un poco por la propuesta, es cierto que comer algo dulce después de tener que usar su técnica maldita sería bueno, de esa manera no tendría que soportar mucho tiempo el sabor a vómito y sufrimiento.
La hechicera solo sonrió, noto como su compañero no se veía tan cansado ahora, últimamente visualizo pequeños cambios, salía más de su habitación, a veces salía a la ciudad sin razón alguna, no se notaba mucho, pero sabía que algo cambió.
