𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉
Nos encontrábamos Diego, Klaus y yo en la camioneta de Allison, ella y Claire ya habían bajado y entrado a la casa de Diego.
Mi mirada estaba perdida, sabía que si entraba a la casa estaría él, y aunque ya pasaron algunas horas aún no me siento lista para verlo.
Suspiré hondo mientras mi mirada se dirigía a Klaus que estaba a mi derecha. Y él solo me dió la mano para tranquilizarme un poco.
Al mirar a mi lado contrario ví a Diego de la misma manera que yo, con la mirada perdida y triste. Así que de igual manera le di la mano y una ligera sonrisa, haciéndole saber que estábamos juntos en esto.
Finalmente los tres nos bajamos y caminamos hasta la entrada. Y sin darnos cuenta Diego y yo seguíamos con las manos entrelazadas.
No pasó mucho tiempo cuando Grace abrió la puerta y corrió a lanzarse sobre él para abrazarlo, lo cual hizo que me separa de él para darles su espacio.
Mientras entramos a la casa, pude ver que toda la familia de Lila estaban ocupados preparando la cena.
Klaus y yo decidimos irnos a sentar a la sala a saludar a Luther, que al parecer fue el primero en llegar. Pero un nudo se formó en mi garganta al ver que cinco no estaba, y al parecer Lila tampoco.
Al percatarme de esto, miré a Diego que al parecer estaba igual de tenso que yo.
—Grace, cielo, ¿Por qué aún sigues en pijama?— Habló Allison algo confundida mientras entraba a la sala.
—Es que me levanté tarde y mamá dijo que me iba a ayudar a cambiarme cuando volviera— Contestó la pequeña Grace.
—¿A dónde fue mamá?— preguntó Diego mientras se agachaba a la altura de su hija.
—Fue a comprar algunas cosas… no me dijo exactamente que pero que volvería hasta más tarde— Dijo ella mientras jugaba con el peluche de reno que Diego se ganó para ellos.
Diego solo suspiró algo estresado.
—¿Allison crees que puedas ayudarla?—
—Lo siento pero no… debo seguir ayudando con la cena..—
—Si quieres puedo ayudarla a cambiarse..— Dije con una ligera sonrisa mientras los veía.
—¿En serio?— Preguntó a lo cuál yo solo asentí con la cabeza.
—Be.. Elizabeth te ayudará a cambiarte ¿de acuerdo?—Dijo dirigiéndose a Grace y ella asintió.
Después la tomé de la mano y ambas subimos a su habitación, y en cuanto entramos quedé fascinada. No solo era muy linda, sino lo que la hacía resaltar eran los pósters y las decoraciones de películas y series que le gustaban.
Y las cosas que se robaron por completo mi atención, fueron las decoraciones de Harry Potter.
—Wow Grace.. tu habitación es hermosa..— Dije con una sonrisa mientras observaba el lugar.
—Gracias tía Eli.. ¿También te gusta Harry Potter?— Preguntó emocionada mientras sacaba un lindo vestido de su armario, que al parecer ese era el que usaría.
—Por supuesto que sí, me gusta desde que soy una niña— Contesté mientras la ayudaba a vestirse.
—¿En serio? ¿Cuál es tu casa de Hogwarts?— Cerré el cierre del vestido y ella se volteó a verme.
—Slytherin.. ¿y tú?— Le dije mientras ambas caminábamos hacia el pequeño tocador que tenía para peinarla.
—Gryffindor.. sabes eres de las pocas Slytherin que me caen bien— Su comentario provocó una pequeña sonrisa de mi parte.
Comencé a peinarla mientras seguíamos hablando de lo mismo, sin duda ella era muy divertida además siempre es agradable pasar el rato con alguien que tiene tus mismo gustos.
Grace a pesar de ser una niña, teníamos varias cosas en común pero sin duda la principal era el gusto por Harry Potter.
Después de un rato entre risas, finalmente terminé de peinar la. Le hice un lindo peinado que consistía en dos pequeñas trenzas y el resto del cabello suelto, junto con dos listones rosas a juego con su vestido
—Me encantó..¡gracias!— Exclamó mientras se volteó a darme un abrazo.
Cuando me abrazó me quedé paralizada por un momento, pero después decidí devolverle el abrazo.
Pero algo dentro de mí se sentía extraña, quizás está era la famosa conexión de madre e hija que tanto escuchaba a Allison mencionar.
Se que Grace no era mi hija, pero con ella podía sentirme bien, podía entenderme. El hecho de que a ambas nos gustarán cosas similares era lo que creaba esa conexión.
Y en el fondo de mí corazón si me dolía pensar que, quizás yo jamás voy a poder experimentar lo que es ser madre.
Luego de separnos del abrazo la ayudé a ponerse sus zapatos, para después ambas bajar a la sala nuevamente con todos.
En cuanto bajamos fui a saludar a Viktor con una sonrisa, que desapareció rápidamente después de que llegara Ben junto con Cinco.
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Fragmentos De Traición࿐𝐷𝑖𝑒𝑔𝑜 ℎ𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠
Fiksi PenggemarDespués de la traición por parte de Cinco y Lila, al engañar a Diego y Elizabeth ellos podrían encontrar el amor y consuelo el uno con el otro. Pero que tal si ese amor que tuvieron nunca se fue, ese amor que los ayudará a unir sus fragmentos provoc...