30. La cabriola costal

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En el tirón del viento me paro, solitario,

En la cubierta de un barco, subiendo, bajando,

Noche salvaje a mi alrededor, agua salvaje debajo de mí,

Azotados por la tormenta, gritando y llamando.

La Tierra es hostil y el mar es hostil,

¿Por qué busco un lugar para descansar?

Debo luchar siempre y morir luchando

Con el miedo una herida sin cicatrizar en mi pecho.

— Sara Teasdale, "En el mar"



Carmen llevaba horas esperando arropada en la sala de la isla. Había visto salir el sol sobre el continente escocés que apenas se distinguía a lo lejos, y aunque estaba protegida del viento, tiritaba bajo la manta térmica.

Lo peor era que todo esto podía ser en vano.

Ella y Jules habían llegado hasta aquí en mitad de la noche, y Carmen se había zambullido en la isla para asegurar su escondite con la esperanza de que Cookie Booker apareciera hoy. Ella había hecho más con menos información, pero maldita sea, odiaba tener que hacerlo en el frío. Maldito invierno.

Su plan maestro era bastante sencillo. Se había despojado de su traje de neopreno, que ahora yacía amontonado en la playa, a cambio de su atuendo negro, y en lugar de cámaras y prismáticos infrarrojos, hoy pregonaba su planeador. La subida a la cima de esta cala la pondría en una trayectoria directa para volar hasta el muelle de abajo. A menos que Cookie viniera por aire, en cuyo caso, Carmen estaba jodida, aseguraría el disco duro, robaría el barco, y luego, saldría disparada de allí para encontrarse con Jules.

Sencillo. Muy sencillo. Sin embargo, no sabía si era la adrenalina o el nerviosismo lo que la inquietaba.

Miró el reloj. Eran poco más de las diez de la mañana. Exhalando, Carmen escuchó las olas llegar a la orilla, tratando de encontrar consuelo en el sonido.

"¿Cómo estás?" La voz de Julia en el comunicador cortó sus pensamientos, alejando la ansiedad que sentía.

"Bien la verdad". Mientras el viento le despeinaba el pelo, suspiró y cerró los ojos. "Pensando en algún lugar tropical".

La respuesta tarareada hizo que a Carmen le recorriera otro tipo de escalofrío por la espalda. "¿Dónde te gustaría ir?"

Sus dedos tamizaron la arena de guijarros. "Tal vez Bali".

Perhaps a rain check then by Estillis (Carulia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora