Una joven de 19 años estaba celebrando su cumpleaños en el pueblo natal de su madre pero el cielo se volvió rojo y comenzaron a salir criaturas de pesadillas. Nathalia trato de salvar asu familia ganando tiempo para que escaparan. Ella noto el pare...
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Se podía ver a una hermosa mujer de piel pálida como porcelana, cabello blanco con un degradado Rosa hasta un rojo intenso, solamente se podían diferenciar algunas facciones delicadas de ella, pero sus ojos no podían ser vistos, aquella hermosa mujer iba caminando por un largo pasillo de un castillo antiguo de la era heian mientras vestía un kimono tradicional de aquella época, aquella mujer se podía divisar que estaba muy feliz mientras sostenía su vientre detrás suyo, había una persona la cual no se podía diferenciar su género, pero vestía ropa antigua de monje y poseía un cabello blanco corto con unas manchas rojas en su cabello, la cual miraba el entusiasmo de la mujer y también sonreía y a su lado una joven de 15 años de cabello negro y ojos morados, la cual también parecía muy feliz.
La mujer, que estaba delante de las otras dos personas por fin había llegado a su destino delante de una puerta, la cual abrió con rapidez y aquella hermosa sonrisa que tenía, se esfumó siendo reemplazada por lágrimas para que todo se volviera oscuro y una joven de cabellos negros y ojos plateados despertara de golpe con sus mejillas húmedas de lágrimas.
Kaori: no de nuevo.
Dijo la joven mientras se secaba las lágrimas que no sabían. Por qué salían siempre tenía el mismo sueño, pero nunca sabía por qué lloraba. °
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Narra kaori[]°. Hola. Mi nombre es kaori inari, y soy una chica que apenas va a entrar a secundaria, soy una persona muy solitaria, se preguntarán por qué bueno las personas me ven como un bicho raro, eso se debe a que yo nací con un don, puedo ver a unas criaturas que se llaman maldiciones y a unos seres llamados espíritus, esto siempre me ha traído muchos problemas desde que nací el hecho de poder ver algo que los demás no pueden ver, siempre me ha traído problemas y más porque las maldiciones siempre sí las veo demasiado tiempo, me atacan y fue un poco difícil aprender a ignorarlas, ya que están en todas partes, aunque los espíritus son más amigables y me llevo muy bien con ellos.
Cuando le conté a mis padres sobre los espíritus y las maldiciones, pensaron que estaba loca, también es la causa de que mis padres y yo no nos llevemos bien, y también sea lo mismo con mis hermanos, varias veces me llevaron con psicólogos y neurólogos para ver si tenía algún problema mental, pero todo salía que estaba en perfectas condiciones mentales.
Así que mis padres, al no poder creer que de verdad tenía un don para ver cosas paranormales, decidieron mejor ignorarme y aislarme de la familia convirtiéndome en la oveja negra de la familia, al principio me dolió, pero con el tiempo lo superé.
