Capítulo 6: La Revelación

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Una Mañana Tranquila

El sol se filtraba suavemente a través de las cortinas, llenando la habitación con una luz cálida y reconfortante. Me desperté sintiendo una extraña calma, como si la tormenta de los últimos días hubiera dado una tregua. Al girar la cabeza, vi a la jefa de grupo, Laura, sentada en una silla junto a la cama, con su gato naranja y muy gordo, Milo, acurrucado en su regazo. Laura me sonrió al notar que estaba despierto.

—Buenos días, Rony. ¿Cómo te sientes hoy? —preguntó con una voz suave y preocupada.

—Mejor, gracias. ¿Qué hora es? —respondí, tratando de incorporarme.

—Son las 8:00 am. Te traje algo de desayuno. —Laura señaló una bandeja con tostadas, jugo y frutas.

Agradecí el gesto y comencé a comer. Mientras tanto, Laura me contó sobre las últimas novedades en la escuela y cómo todos estaban preocupados por mí. Me sentí agradecido por su compañía y por la normalidad que traía a mi vida, aunque fuera solo por un momento.

Milo, el gato, se estiró perezosamente y saltó al suelo, caminando con su típico aire de superioridad felina. Laura lo acarició con cariño antes de volver a mirarme.

—Rony, he estado pensando en lo que me contaste anoche. Creo que deberíamos investigar más sobre esas criaturas y por qué te están atacando. —dijo, con una determinación que no había visto antes.

—Tienes razón. No puedo seguir viviendo así. Necesito respuestas. —respondí, sintiendo una chispa de esperanza.

Preparativos para la Tarde

Después del desayuno, Laura y yo pasamos la mañana investigando en internet y revisando libros antiguos que había encontrado en la biblioteca de su abuelo. Descubrimos que las criaturas que me atacaban no eran simples alucinaciones, sino entidades que habían sido mencionadas en textos antiguos. Según estos textos, las criaturas eran guardianes de un portal entre nuestro mundo y otro, y atacaban a aquellos que, de alguna manera, habían sido marcados.

—Esto es increíble. Pero, ¿por qué yo? —pregunté, sintiendo una mezcla de miedo y curiosidad.

—No lo sé, pero debemos averiguarlo. —respondió Laura, cerrando uno de los libros con un golpe seco.

A medida que avanzaba la tarde, comenzamos a preparar la casa para el ataque nocturno. Laura sugirió que reforzáramos las puertas y ventanas, y que tuviéramos a mano todas las herramientas que habíamos reunido. Mientras trabajábamos, empecé a tener flashbacks de los días anteriores, recordando los momentos en que las criaturas me habían atacado y cómo había logrado sobrevivir.

Flashbacks y Revelaciones

Uno de los flashbacks más vívidos fue el del primer ataque. Recordé estar en mi cuarto, sintiendo una presencia oscura antes de que la criatura apareciera. En ese momento, había sentido un dolor agudo en el pecho, como si algo me estuviera marcando desde adentro. Ahora, con la información que habíamos encontrado, entendía que esa marca era lo que atraía a las criaturas.

Otro flashback me llevó al hospital, donde había despertado después de uno de los ataques. Recordé a los médicos hablando en voz baja, mencionando algo sobre una extraña energía en mi cuerpo. En ese momento, no había entendido lo que decían, pero ahora todo comenzaba a tener sentido.

Preparativos Finales

A medida que el sol comenzaba a ponerse, Laura y yo terminamos de preparar la casa. Colocamos trampas improvisadas y aseguramos todas las entradas. Milo, el gato, parecía sentir la tensión en el aire y se mantenía cerca de Laura, observando cada movimiento con sus ojos verdes y brillantes.

31 Seres "El primer octubre"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora