IV

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¿Sexo estando dormido, con quien sea? El pelirrojo pensaba en reírse, la consideraba una buena broma. Una broma bastante peculiar.

—¿Cómo? —preguntó con una voz 3 tonos más aguda. Jiwoong sonrió y negó con la cabeza.

—Olvídalo —murmuró sin darle mucha importancia.

—Espera, fué una broma, ¿verdad? —dijo con una sonrisa débil esperando que el mayor le contestara con una respuesta positiva, recibiendo únicamente una encogida de hombros.

—Tómalo como desees —fué lo único que respondió, no parecía estar bromeando en lo absoluto. A decir verdad, la expresión de su rostro reflejaba más seriedad de la que a Ricky le gustaría.

Claro que lo tomaría como deseara, es obvio que fué una broma. ¿Qué sigue? Entrará a mi cuarto por lo madrugada, y...

—¿Es de verdad? —volvió a cuestionar—. ¿Eso existe?

Jiwoong optó por no dar más explicaciones, simplemente empezó a guardar los materiales que habían utilizado anteriormente para el trabajo, limpiando el desorden que habían provocado.

No quedó clara la explicación que había dado sobre su enfermedad, mejor dicho, su trastorno de sueño. Quería creer, el pelirrojo, que no se trataba de algo grave, pese a que sonaba extraño. Pretendía pensar que Jiwoong le contaría más con el paso del tiempo, porque si decidió no contarlo con anterioridad, tendría una razón para no hacerlo.

Ricky pensó en buscar por internet algo que pudiera saciar sus dudas al respecto, pero el mayor anteriormente había desconectado el WiFi.

Aún así, algún día lo descubriría, no podía ocultarlo toda la vida. En algún momento hablará sobre ello y dirá que solo quería verle la cara de estúpido. Más allá de eso, Ricky seguía pensando en la extrañeza de ello, una cierta vibra le gritaba que era peligroso. Le parecía poco creible un trastorno de sueño que te hacía tener impulsos sexuales, así que finalmente lo dejó como una más de las habituales bromas de Jiwoong.

















Ricky no tardó mucho en terminar de instalarse en el único cuarto vacío de la casa. Allí solo habían disponibles dos habitaciones; la de Jiwoong y otra que utilizaba únicamente para guardar pertenencias. Por suerte del pelirrojo, había una cama y el suficiente espacio para poder pasar la noche allí.

—Jiwoong... —le habló desde la comodidad del sofá. El pelinegro se encontraba haciendo algunas cosas en la cocina, así que él simplemente se esmeró en apretar el control remoto, consumido por el aburrimiento ya que no lograba encontrar nada bueno.

—¿Qué sucede? —contestó alargado su voz al final de la frase.

—Conecta el internet —suplicó. El pelirrojo pudo escuchar después una sonora risa proveniente del joven que estaba en la cocina.

—Será mejor que vayas a dormir —no tardó mucho hasta que Ricky rodeó los ojos en señal de desacuerdo ante la decepcionante respuesta.

—No tengo sueño.. —protestó.

—¿Y qué sucede con eso? Yo si estoy cansado —dijo mientras salía de la cocina—. Acabo de terminar de limpiar, es hora de ir a descansar.

—El punto de quedarte a dormir en la casa de un amigo es desvelarte, ¿lo sabes? —dijo. Jiwoong sonrió.

—No para mí.

—¿Cuál es tu punto entonces? —cuestionó. El pelinegro se acercó al contrario y le arrebató sin más el control remoto de las manos, seguidamente apagó la televisión.

—Dormir —pronunció sin más.

—Jiwoong... —dijo en señal de queja, creía que su amigo se estaba comportando de una manera bastante rara.

—Con permiso, terminaré de limpiar la cocina —dijo mientras se apresuraba a salir de la sala de estar.

—Pero, Jiwoong, acabas de decir que terminaste de limpiar —como era de esperarse, el pelinegro lo ignoró.

Ricky suspiró resignado. Jiwoong actuaba extraño desde la tarde, su pequeña "broma" empezaba a generarle inquietud. Se decidió por tomar la última opción que le quedaba; ir a dormir. Igualmente, descansar siempre le resultaría placentero a Ricky.

—Buenas noches —dijo asomándose por la cocina. Jiwoong estaba recargado en la barra, revisando su celular.

—¿Ya vas a dormir? —preguntó mientras levantaba la mirada.

—No, acabo de decir buenas noches porque permaneceré despierto —pronunció sarcásticamente. Jiwoong negó con la cabeza para luego reír.

—Entonces, buenas noches, descansa.

—¿Cierro mi puerta con llave? —preguntó. El pelinegro alzó una ceja, confundido. Ricky solo sonrió ante ésto.

—¿Por qué? —cuestionó.

—No lo sé, ¿me harás algo por la noche?

—Lo dices como si fuera algo poco delicado —Jiwoong soltó una carcajada.

—Toda la razón, no es tan delicado —dijo el pelirrojo. Definitivamente no lo era, solo estaba tomando la broma como lo que era; una simple broma.

—En realidad, es un tanto delicado —insistió—. Pero no te preocupes, no haré nada que no quieras —bromeó.

—Claro... —dijo alargando la palabra—. Es bueno escuchar eso de ti, ahora sé lo que sienten tus novias —Jiwoong rió y agachó la cabeza sin borrar su sonrisa.

—No haré nada, Ricky —murmuró.

—Claro que lo sé, solo quería devolverte la broma —dijo encogiendo sus hombros. Jiwoong alzó la vista nuevamente, quedó pensativo unos segundos, pero luego le dedicó una sonrisa burlona.

—El que tiene hambre en pan piensa —dijo. Los dos rieron al unísono.

—Bien, iré a dormir —dijo luchando contra la risa que ahora lo consumía. Jiwoong igualmente no podía parar de reír al ver a Ricky.

—Buenas noches, Riri —dijo con un tono de voz suave.

—Descansa, Woonnie.
















❛SEXOMNIA❜ | RiWoong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora