Más que amigos

23 6 1
                                    

La relación entre Jeonghan y Joshua continuaba como siempre a los ojos de los demás, pero dentro de Jeonghan, las cosas estaban cambiando. Cada día era una lucha por mantener sus sentimientos ocultos y, aunque lo intentaba, no podía evitar que pequeños momentos lo hicieran dudar de su capacidad para seguir adelante.

Una noche, después de uno de sus conciertos, el grupo regresó al dormitorio agotado. Todos se dispersaron rápidamente a sus habitaciones, buscando descansar. Sin embargo, Jeonghan no tenía sueño. El agotamiento físico era real, pero su mente no dejaba de pensar en Joshua. Estaba pasando más tiempo con Hana últimamente, lo cual era lógico, pero ese hecho no hacía que doliera menos.

Estaba tirado en su cama, mirando el techo, cuando oyó un suave golpe en su puerta.

—Hyung, ¿puedo entrar? —La voz de Joshua resonó desde el otro lado.

Jeonghan se giró, sorprendido, y rápidamente se incorporó. No había esperado una visita a esas horas, pero siempre era difícil decirle que no a Joshua.

—Claro, pasa —respondió con voz cansada.

Joshua entró y cerró la puerta detrás de él. Se dejó caer al lado de Jeonghan en la cama, soltando un largo suspiro.

—Ha sido un día largo, ¿no crees? —comentó Joshua, mirando el techo junto a él.

Jeonghan sonrió levemente, tratando de no prestar demasiada atención a la proximidad de sus cuerpos.

—Sí, un día bastante largo —murmuró, intentando mantener su tono relajado.

Hubo un silencio cómodo, algo que siempre había sido natural entre ellos. Pero esta vez, ese silencio comenzó a sentirse pesado para Jeonghan. La cercanía física de Joshua lo hacía más consciente de lo que realmente deseaba, lo que realmente sentía. Cada vez que Joshua se acercaba, su corazón latía con más fuerza, como si quisiera escapar de su pecho.

Joshua rompió el silencio con una risa suave.

—Sabes, hyung, a veces pienso que tienes un talento para desaparecer en tu propio mundo —comentó, girándose para mirarlo—. ¿Qué ha estado pasando por tu cabeza últimamente?

Jeonghan lo miró de reojo, preguntándose cómo podría Joshua leerlo tan bien sin siquiera intentarlo. "Todo está bien", fue la mentira que se le vino a la mente, pero no la pronunció. En lugar de eso, suspiró.

—Solo he estado pensando en… cosas —dijo vagamente, evitando los ojos de Joshua.

Joshua no pareció satisfecho con esa respuesta, y Jeonghan pudo sentir su mirada fija en él.

—¿Cosas? —repitió Joshua, inclinándose un poco más cerca—. ¿Qué tipo de cosas?

Jeonghan sabía que no podía contarle la verdad. No podía decirle que, en su mente, cada vez que Joshua hablaba de Hana, sentía que el suelo se desmoronaba bajo sus pies. Que deseaba ser ella, ser la persona que hacía que los ojos de Joshua brillaran. Así que optó por una verdad a medias.

—He estado pensando en nuestra amistad —admitió, lo más sincero que se atrevía a ser.

Joshua frunció el ceño, confundido.

—¿En nuestra amistad? ¿Por qué? ¿Hay algo malo? —preguntó, con un toque de preocupación en su voz.

Jeonghan negó con la cabeza rápidamente.

—No es eso —se apresuró a decir—. Es solo que… no quiero que nada cambie entre nosotros. Y últimamente siento que todo está cambiando.

Joshua lo miró fijamente, procesando sus palabras.

—¿Es por Hana? —preguntó, su tono más suave.

Jeonghan se quedó en silencio, sin saber cómo responder. No podía decir que sí, pero tampoco podía negar que ella era parte del problema.

—No exactamente —murmuró, finalmente—. Solo… a veces siento que te estoy perdiendo.

Las palabras salieron de sus labios antes de que pudiera detenerlas. Era una pequeña parte de lo que realmente sentía, pero lo suficiente para que su pecho se sintiera un poco más liviano. Joshua lo miró con sorpresa, pero no dijo nada de inmediato.

Después de lo que pareció una eternidad, Joshua extendió la mano y tomó la de Jeonghan, apretándola suavemente.

—Hyung, nunca vas a perderme. Lo sabes, ¿verdad? —dijo con firmeza, mirándolo directamente a los ojos.

Jeonghan sintió un nudo en la garganta. Joshua siempre había sido tan directo, tan claro en sus palabras. Y en ese momento, lo único que quería era creerle, pero sus propios sentimientos nublaban la verdad.

—Lo sé, pero… —Jeonghan dudó, sintiendo la oleada de emociones subir por su pecho—. A veces solo se siente diferente.

Joshua no soltó su mano. Al contrario, se acercó más, de una manera que no había hecho antes.

—Hyung, nada ha cambiado para mí. Tú sigues siendo una de las personas más importantes en mi vida, y eso no va a cambiar. —Su voz era suave, pero había una intensidad en sus ojos que hizo que Jeonghan se preguntara si había algo más detrás de sus palabras.

Jeonghan intentó sonreír, aunque sus emociones estaban en conflicto. No sabía si las palabras de Joshua lo calmaban o lo herían más. Porque, aunque Joshua lo considerara una de las personas más importantes en su vida, eso no cambiaba el hecho de que nunca lo miraría de la forma en que miraba a Hana.

Y entonces, antes de que pudiera detenerse, Jeonghan dejó salir lo que llevaba semanas atormentándolo.

—Ojalá… ojalá yo fuera ella.

Joshua parpadeó, claramente confundido por la repentina declaración.

—¿Qué? —preguntó, sin comprender.

Jeonghan respiró hondo, sabiendo que no podía echarse atrás ahora.

—Ojalá yo fuera la persona que te hace sentir de esa manera, Shua. —Sus palabras flotaron en el aire, y el silencio que siguió fue abrumador.

Joshua lo miró, sus ojos oscuros por la confusión, pero antes de que pudiera responder, Jeonghan se levantó rápidamente de la cama, incapaz de soportar la intensidad del momento.

—Olvídalo, es tarde. Deberías descansar. —Intentó desviar el tema, escapando de lo que acababa de confesar.

Joshua, sorprendido, no insistió, pero Jeonghan sabía que el daño estaba hecho. Las palabras ya habían sido pronunciadas, y no había vuelta atrás.

---

I Wish You Were a Girl • [Jihan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora