Confesiones a medias

19 6 0
                                    

Jeonghan y Joshua se sentaron en el pequeño sofá del dormitorio, rodeados de un silencio incómodo. Ninguno de los dos sabía cómo empezar, pero sabían que debían hacerlo. Ambos estaban agotados por la tensión que había entre ellos, y aunque las palabras se sentían pesadas en sus labios, la necesidad de hablar era más fuerte que el miedo.

Joshua fue el primero en romper el silencio.

—Hyung… —comenzó, su voz temblorosa—. No puedo seguir ignorando lo que pasó. No puedo dejar que esta distancia nos siga haciendo daño.

Jeonghan bajó la mirada, jugando nerviosamente con sus dedos. Sabía que Joshua tenía razón, pero enfrentarse a esa conversación era más aterrador de lo que había imaginado.

—Yo tampoco, Shua… —susurró Jeonghan, su voz cargada de cansancio—. Pero no sé cómo seguir. Desde que hablamos… me siento perdido.

Joshua lo miró con tristeza, sintiendo un dolor familiar en el pecho. El Jeonghan fuerte y seguro que siempre había conocido se veía frágil en ese momento, y eso lo hacía sentir aún más culpable.

—No quería que las cosas fueran así, hyung —dijo Joshua, acercándose un poco más—. No quería que te sintieras así por lo que te dije aquel día.

—¿Y qué esperabas? —preguntó Jeonghan, con una sonrisa amarga—. Me confesaste que te gusta Hana… ¿Qué se supone que debía hacer con eso?

Joshua cerró los ojos, dejando escapar un suspiro. Sabía que sus palabras habían herido a Jeonghan, pero no había sabido cómo manejar sus propios sentimientos. No había querido perder a Jeonghan, pero tampoco había podido ignorar lo que sentía por Hana.

—No lo sé… —admitió finalmente—. No quería que te alejaras de mí. Tú siempre has sido la persona más importante en mi vida, hyung. Y cuando te alejaste, sentí que algo dentro de mí se rompía.

Jeonghan lo miró, sus ojos brillando por la mezcla de dolor y confusión que lo atormentaba desde hacía semanas.

—¿Y crees que para mí ha sido fácil? —preguntó, su voz quebrándose levemente—. Joshua, yo… te pedí espacio porque no podía seguir fingiendo que no me dolía. No puedo ser solo tu amigo cuando siento algo más por ti. No puedo verte con ella sin sentir que mi corazón se rompe.

Joshua sintió una punzada en el pecho al escuchar esas palabras. Era la primera vez que Jeonghan lo decía de forma tan clara, sin rodeos ni indirectas. Y, por primera vez, Joshua se enfrentaba a la verdad que había tratado de ignorar todo ese tiempo.

—Hyung, yo… —Joshua intentó hablar, pero las palabras no salían. Su mente estaba hecha un caos. Había estado tan concentrado en lo que sentía por Hana que nunca se había permitido considerar que Jeonghan podría ser algo más que su mejor amigo.

Jeonghan lo miró a los ojos, esperando una respuesta que nunca llegaba. El silencio de Joshua hablaba más fuerte que cualquier palabra, y aunque dolía, Jeonghan sabía que no podía esperar más de él en ese momento.

—No tienes que decir nada —susurró Jeonghan, levantándose del sofá—. Ya lo entiendo.

Joshua lo agarró del brazo, impidiendo que se alejara.

—No te vayas… —murmuró, sus ojos suplicantes—. No quiero que esto termine así. No quiero perderte, hyung.

Jeonghan lo miró, luchando contra las lágrimas que amenazaban con salir. Sabía que Joshua estaba siendo sincero, que no quería perder su amistad, pero también sabía que no podían seguir así. No cuando ambos estaban en puntos tan diferentes.

—Jeonghan respondió con una sonrisa triste—. ahora mismo, no puedo ser lo que tú necesitas.

Joshua lo soltó lentamente, su corazón pesándole en el pecho. Sabía que Jeonghan tenía razón, pero eso no hacía que la verdad fuera más fácil de aceptar.

—Está bien, hyung… —susurró finalmente—. Tómate el tiempo que necesites.

Jeonghan asintió, agradecido por la comprensión de Joshua, pero también sintiendo una tristeza profunda. Se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, dejando a Joshua solo en la habitación, con el peso de sus propias emociones.

Cuando la puerta se cerró detrás de Jeonghan, Joshua dejó caer la cabeza entre las manos. Por primera vez, se permitió sentir la realidad de lo que estaba pasando. Ya no era solo una cuestión de Hana o de sus propios sentimientos confusos; era mucho más profundo que eso.

El vacío que Jeonghan había dejado a su paso era casi palpable, y Joshua no podía evitar preguntarse si había sido demasiado tarde para darse cuenta de lo que realmente sentía.

---

I Wish You Were a Girl • [Jihan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora