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Tn emergió de la niebla, su figura imponente y oscura como la noche. Su piel era de un tono rojizo oscuro, y sus ojos brillaban como carbones encendidos. Sus alas negras como el ébano se extendían detrás de él, y su espada sangrienta aún humeaba.Acababa de matar a varios demonios menores que habían osado desafiar su autoridad en el reino inferior. Su poder era legendario, y pocos se atrevían a enfrentarlo.
Tn se limpió la espada con un movimiento fluido y la guardó en su funda. Luego, se acercó a un arroyo cercano y se lavó las manos ensangrentadas.
Mientras se refrescaba, sintió una presencia cercana. Alguien o algo lo observaba desde las sombras.
Tn se giró, listo para enfrentar a su próximo oponente.
Tn se giró hacia la presencia, listo para enfrentarla. De la niebla emergió un demonio mutante, su cuerpo distorsionado por una energía oscura y caótica. Su piel era una masa de escamas negras y verdes, y sus ojos brillaban con una luz roja intensa.
El demonio mutante rugió, mostrando sus dientes afilados. Su cuerpo comenzó a cambiar, mutando en una forma aún más grotesca.
Tn: Escoria de mierda.
Con un movimiento fluido, extendió su mano y evocó su poder de sombra. Una espada oscura se materializó en su mano, su hoja absorbía la luz a su alrededor.
Tn: Ahora vas a pagar por tu osadía.
La espada oscura comenzó a brillar con una energía negra, y Tn la levantó para enfrentar al demonio mutante.
El demonio atacó, su garra extendida hacia Tn. Pero Tn fue más rápido. Con un golpe preciso, cortó la cabeza del demonio mutante, separándola de su cuerpo.
La cabeza del demonio cayó al suelo, rodando hacia un lado. Su cuerpo se desplomó, convirtiéndose en un charco de líquido negro y viscoso.
Tn se acercó a la cabeza del demonio y la miró con desdén.
Tn: Eres solo un ejemplo de lo que sucede cuando se pierde el control.
De repente, la cabeza del demonio comenzó a hablar.
Ella viene por ti...
La cabeza se desintegró en polvo.
Tn se quedó pensativo, preguntándose qué significaba aquello.
Antes de que Tn pudiera procesar la advertencia del demonio mutante, una figura femenina emergió de la niebla. Su cabello largo y rojo ondeaba detrás de ella, y su vestimenta formal parecía arder en la oscuridad.
La mujer se acercó a Tn con pasos seguros y confiados. Su rostro era una obra de arte, con facciones perfectas y ojos que parecían ver más allá de la realidad.
Makima: (sonriendo) Hola, Tn. He estado buscándote.