Se muy bien que ya he visto a este hombre antes, mi instinto nunca falla. O al menos estoy un noventa porciento seguro de que nunca falla.
En fin, ahora no es momento de discutir con mi intelecto en dónde lo he visto, yo he venido a ver una casa, y eso es lo que planeo hacer.
Aunque, tal vez pueda averiguar mas tarde.
Escuché que mi amigo se aclaró la garganta, ¿Cómo lo se? Pues el está justo a mi lado. Todos volteamos a verlo.
- yo soy Chase Roussel, el que los solicitó - se dieron un saludo de manos.
- si, te recuerdo - le dijo la señora Lemaire con sonrisa amable.
- yo también - dijo el señor Lemaire con un tono de desconfianza, y ni hablar de la mirada.
Rayos, no me digan que Chase trató de coquetear con la señora Lemaire. Bueno, si es así entonces no tiene remedio, Chase es Chase y lo hecho, hecho está.
O, tal vez ocurrió otra cosa, y yo estoy aquí creando me escenarios locos en la cabeza.
Creo que mejor dejo de pensar tanto por un rato. Por el bien de la sociedad.
Vi que la mujer regresó al auto, cuando volvió traía un maletín negro en sus manos y buscó algo en el interior del mismo.
Luego de un corto periodo de búsqueda, sacó unas llaves, que supuse son de la mansión.
- ¿Y bien? - me preguntó con una ligera sonrisa de boca cerrada-, ¿Quiere ver la mansión por dentro?
- bueno... - la verdad no estoy muy seguro. Volteo a ver a Chase, el cual me lanza una mirada de "hazlo, no pierdes nada al hacerlo". Suspiro dándome por vencido - ¿Por qué no?
Es como dice el dicho: "si no puedes contra ellos, únete les".
Empezamos a caminar hacia el cercado, no es muy alto, solo lo suficiente para la seguridad, de hecho, es como medio metro mas alto que yo, aunque es un poco raro.
Definitivamente no me gusta.
- disculpe - le pregunto a la señora Lemaire -. Si por casualidad me llego a interesar por esta casa, ¿podría hacerle arreglos?
- por supuesto - respondió ella sin borrar su sonrisa -, mi esposo puede encargarse de la remodelación si así lo quiere - señaló a su esposo.
- perfecto - dije poniendo final a la conversación.
El señor Lemaire tenía la misma sonrisa de hace rato, la verdad yo creí que era serio, pero las apariencias engañan.
Inclusive yo que soy serio, soy capaz de sonreír, pero es muy difícil que lo haga.
Al menos desde ese día...
El portón se abrió para dejarnos entrar, tampoco me gusta el portón, es muy anticuado. Lo anotaré en la lista de cosas por cambiar.
Entramos y caminamos lentamente por el sendero que lleva a la entrada, para que pudiera contemplar bien el jardín, tiene plantas decorativas de todos tamaños, también algunas que nunca en mi vida eh visto, odio estas flores, son todas margaritas, la verdad son lindas, pero soy alergico a ellas.
No estoy estornudando debido a que estoy a una distancia considerable.
Aunque puedo admitir que el jardín está muy bien cuidado. Hay una fuente en medio de este, es hermosa, me gusta mucho aunque sea algo pequeña, combina con la mansión. Pero no lo suficiente para convencerme.
Seguimos el recorrido hacia la puerta frontal de la casa, se ve, encantador. Me fijo en el color de las paredes, me doy cuenta de que es un verde pastel.
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Digno De Ser Llamado El Rey
RomanceParis... La ciudad del amor. O por lo menos para algunos. Cómo lo son los polos opuestos. Él, es un crítico de la moda, totalmente egocéntrico y frío, pero solo con aquellos que aún no se han ganado su confianza total (aunque sigue siendo egocéntr...