Capítulo 17

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Vittoria De Armas

Ayer y gran parte del día de hoy había estado de compras de Eloísa y me enorgullecía decir que habíamos puesto en marcha oficialmente la organización de la gala. Algunas de las cosas que encargamos llegarían en un par de días, así que podríamos comenzar a armar todo a finales del mes. La gala sería dos semanas después del inicio de agosto; unos días después de mi cumpleaños. No era una fecha que celebrara, ya que nunca lo había hecho, por lo que no había necesidad de decirle a Dante.

Había despertado entre los brazos de Dante a pesar de que no lo había escuchado llegar anoche. Como disculpa se propuso a comerme el coño dos veces y dejarme viendo estrellas. No me había molestado con él por llegar tarde, pero debía decir que me gustaba su forma de disculparse.

El día había transcurrido en cámara lenta y con cada hora que pasaba me acercaba más a la noche y a Dante. No habíamos tenido muchas oportunidades para vernos durante el día, pero eso no impidió que nos escribiéramos constantemente; en su último mensaje me recordaba nuestra cita y me avisaba que me esperaba a las ocho en la entrada de la mansión.

Tuve que acudir en un momento de crisis a Eloísa, ya que no sabía que ponerme. Terminamos escogiendo un vestido amarillo satinado que tenía un gran escote en la espalda. Era sencillamente hermoso.

En cuanto me lo pongo agradezco que mis pechos son pequeños, ya que con un vestido como este era imposible usar sujetador. Se amoldaba perfectamente a mi cuerpo. Me giro y al ver mi espalda descubierta no puedo evitar sonreír. A Dante le daría un infarto. Le hice un sencillo recogido a mi cabello y en cuanto el maquillaje lo dejé superficial. Quería que el vestido se llevara la atención.

Salgo de la habitación sintiendo como los nervios hacen presencia. Iba a tener mi primera cita. Cuando llego a las escaleras de la entrada de la mansión mi corazón se detiene por unos segundos al verlo al pie de las escaleras luciendo un hermoso traje negro a medida. Se lleva la mano al pecho a medida que me recorre con la mirada y cuando llega mi rostro hay un brillo peculiar en su mirada.

—Estás preciosa —susurra con la mirada desorbitada—. La mujer más hermosa en la que mis ojos han tenido la dicha de posarse —rio al escucharlo.

Nunca creí que Dante era del tipo cursi.

—Eloísa te matará si dices eso en su presencia.

—Logrará sobrevivir —dice. Cuando pone su mano en mi espalda baja para guiarme al auto sus pasos se detienen. Entrecierra los ojos en mi dirección; sube con delicadeza la mano por mi espalda descubriendo lo escotado que es el vestido—. Sugiero que no hagas movimientos bruscos esta noche. No queremos que alguien vea algo que no debería, ¿cierto? Sabes muy bien que no me tiembla la mano a la hora de matar a alguien por ti —Trago con fuerza sintiendo de nuevo ese oscuro deseo que me provocaba saber que él mataría por mi sin pensarlo dos veces—. Vamos. Llegaremos tarde.

***

El recorrido al restaurante es cómodo y agradable. Me cuenta sobre su día en el trabajo; había estado supervisando los clubes para asegurarse que el servicio seguía siendo merecedor de cinco estrellas y me sugirió que podíamos ir a uno de ellos un día de estos. Por mi parte le cuento como van los preparativos para la gala y le hago saber que ya había elegido la temática de estas, cuando me pregunta sobre qué será me niego diciéndole que es una sorpresa. Quería sorprenderlo.

El restaurant al que me lleva es elegante y de inmediato me alegro por el vestido que llevo puesto. Un temor que había tenido desde el momento que me subí al auto es que se notara demasiado que no era de este mundo, si Dante notó mi nerviosismo no dijo nada.

Bailando para un Siciliano © [+18] | [Próximamente en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora