En Paz

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Pacifica pov.

De camino a casa mi padre no paró de reclamarme todo lo malo que había hecho y la pésima hija que resuté ser, realmente no había nada nuevo en su regaño, ni siquiera le presté atención y solo me quedé viendo por la ventana todo el camino; lo único que estaba en mi mente era Dipper.

Ya estaba acostumbrada a recibir malos tratos por parte de mis padres y podría soportarlos pero sé que Dipper era capaz de hacer hasta lo imposible para retarlos y escapar conmigo, eso era lo que me atormentaba ya que mi padre haría de todo con tal de alejarlo de mi.

Llegamos a la casa y ahí comenzó mi tormento. Estaba preparada para cualquier cosa pero no imaginé esto.

Preston: Sé que mantenerte aquí hará que ese estúpido pueblerino venga a buscarte así que te irás de aquí - me dio la espalda - sube y empaca solo lo necesario.

Pacifica: ¿A dónde me llevarán? - dije con voz seria

Preston: ¿Me crees tan idiota como para decirte? - me agarró con fuerza del brazo - si pudiera deshacerme de ti lo haría sin pensarlo pero lamentablemente todo el pueblo ya te conoce y sería un escandalo si se enteraran que te enviamos a otro lugar por culpa de los Pines...- de pronto su expresión cambió rápidamente y delataba que había tenido una idea, enseguida tomó un mechón de mi cabello y lo examinó.

Pacifica: ¿Qué haces?

Preston: Cállate! - me dió otra cachetada dejandome de rodillas en el suelo mientras caminaba al rededor mío - Nunca entendí tu afán por seguir pintando tu cabello, cunado eras una niña solo lo haciamos por los concursos pero nunca dejaste ese horrendo color, créeme que no te hace ver mejor, nada de lo que hagas te hará ver mejor - Sé apartó de mi y chasqueó los dedos - Prscilla! - llamó a mi madre la cual rápidamente bajó sin decir nada con una sonrisa en su rostro para demostrar su "belleza"

Priscilla: Dime cariño - respondió rápidamente

Preston: Asegúrate que Pacífica vuelva a su tono natural se cabello y cambia su apariencia...cámbiala tanto que nadie la reconozca - se marchó sin voltear a vernos

No podía creer que estaba intentando ocultarme de todos para evitar que alguien me encontrase. Pensé que solo me mantendría encerrada durante un buen tiempo pero sus planes eran prácticamente desaparecerme.

Me quedé sola en silencio con mi madre; yo seguía en shock.

Priscila: Ahora en qué te metiste mocosa? - su sonrisa se desvaneció rápidamente xuando mi padre se fue y cambió a una expresión de desagrado

Pacifica: Qué te importa?! Por qué no vas con tu esposo y se lo preguntas tú misma! - respondí con un nudo en la garganta, quería llorar de impotencia

Priscila: No me hables así, soy tu madre! - me jaloneó de la ropa

Pacifica: PUES NO LO PARECE Y MEJOR APRESURATE A HACER LO QUE TE ORDENARON PORQUE SINO A TI TAMBIEN TE IRÁ MAL! - me fui contra ella

Priscila: CALLATE! Y para que lo sepas me voy a apurar con esto para que te largues de una buena vez y no te volvamos a ver...No sabes cuánto desee esto toda mi vida.

Pacifica: Eso es obvio Priscilla...en tu miserable vida esto es lo único que esperabas...Solo te acostaste con Preston para embarazarte y que ya no te pudiera dejar pero al final solo sigues siendo un premio, un trofeo barato - la barrí con la mirada con una sonrisa burlona, a cambio de esto recibí otra cachetada pero sentía que todo lo que me había guardado durante años por fin lo había sacado

Después de esto me jaló hacia el baño para comenzar a cortarme el cabello hasta los hombros y quitarme el tinte rubio que me caracterizaba.

Desde que tengo memoria me tiñeron el cabello para los concursos de belleza ya que era un requisito; sin embargo mientras los años pasaban comencé a sentir que el rubio ocultaba los genes de mi padre ya que mi cabello natural era de su color, eso me hacia sentir otra persona y no su hija.

Después de todo ese largo proceso lleno de regaños y gritos por parte de mi madre y algunas lágrimas de mi parte, subí a mi habitación y comencé a empacar solo lo necesario ya que solo me permitieron sacar una maleta. No entendía el propósito de dejar casi todas mis cosas ya que nada de eso les serviría , lo único que se me ocurría era que tiraran o vendieran todo eso para sacar más dinero de lo que ya tenían.

Después de un buen rato empacando anocheció; yo estaba esperando con mi maleta en la sala. Estaba en completo silencio a excepción del reloj que sonaba cada segundo. Después de unos minutos mi padre bajó.

Preston: El chófer te llevará a tu destino. Ni siquiera pienses en escapar de él o te irá peor.

Pacifica: ya nada puede ser peor - pensé

Salí de la casa, me subí al auto e inmediatamente solté todo lo que sentía, no podía parar de llorar, no entendía por qué las cosas tenían que ser así, simplemente no podía creer que mis padres se habían salido con la suya,

El viaje comenzó y salimos del pueblo para dirigirnos hacia el aeropuerto de la ciudad. Mi chofer me entregó mi boleto y vi el destino...

Pacifica: California...

En seguida mi mente borró todo lo amargo que habia pasado y una sonrisa se hizo presente en mi rostro y se me iluminaron los ojos. ERA CALIFORNIA!

Pero espera Pacífica...no creo que mi padre sea tan estúpido como para no saber que Dipper es originario de California...algo más se escondía detrás de esto. Sin embargo la felicidad era mayor y dejé ese tema de lado.

Abordé el avión y solo me quedó esperar para llegar a mi destino, y efectivamente llegué a California...Los Ángeles, California.

Pacífica: Por supuesto, esto no podía ser perfecto - suspiré y recogí mis maletas. Alguien mandado por mi padre me estaba esperando y me llevó hacia un departamento donde viviría al parecer un buen rato.

No era tan grande pero no estaba tan mal, nada estaba mal mientras no le viera la cara a mis padres.

Pacifica: Entonces...esto es un ¿nuevo comienzo? - suspiré y comencé a desempacar mis cosas.

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🥴!!


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