Capítulo 1

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—Eh, Freddy, Scott, tienen que ver esto —dijo la agente especial Michelle Clancy mientras trotaba por la sala de pesas del gimnasio de la oficina de campo del FBI en Baltimore.

—Ocupado —gruñó el agente especial Fred Perrimore mientras se esforzaba con la barra. Sus bíceps se hincharon mientras la levantaba, el sudor salpicaba su piel oscura a lo largo de la línea del cabello afeitado.

—Créeme. Vale la pena —les dijo Clancy con voz cantarina. Su coleta se balanceó detrás de ella mientras botaba sobre la punta de los pies con entusiasmo, el pelo de color rojo brillante chocaba con sus pecas y el leve rubor de la cara.

El agente especial Scott Alston la miró desde donde estaba vigilando a Perrimore.

—¿Qué es? —preguntó con impaciencia. Clancy se entusiasmaba demasiado para ser una veterana de cinco años y Perrimore siempre ponía mucho peso. Si se le caía la barra cuando Alston no estuviera prestando atención, habría toneladas de papeleo de mierda que rellenar.

—Styles y Tomlinson se están dando una paliza —respondió Clancy con algo parecido al placer.

—¿Y? —preguntó Perrimore con voz tensa. Sus grandes brazos temblaban por el esfuerzo de levantar la barra y los discos—. Siempre están haciendo eso.

Tenía razón, pero los ojos de Alston se abrieron de par en par con la noticia. Empezó a sonreír mientras ayudaba a levantar la barra y la colocaba rápidamente en su cuna con un ruido metálico. De ninguna manera querría perdérselo.

—¿Qué demonios, hombre? —se quejó Perrimore mientras se sentaba y les dirigía a ambos una mirada exasperada. Alston ya estaba siguiendo a Clancy fuera de la sala cuando escuchó la protesta de Perrimore—. Pero ¿cuál es el problema? ¡Siempre están haciendo eso!

Clancy y Alston salieron al gimnasio principal, donde varios pequeños grupos de agentes habían dejado lo que estaban haciendo para reunirse en torno al cuadrilátero central. Mientras Clancy y Alston se apresuraban para observar a través de las cuerdas, un coro de gemidos y gritos se alzó cuando uno de los hombres se estrelló contra la lona con un impacto que realmente sacudió todo el cuadrilátero.

—¡Levántate, Tomlinson! ¡No puedes permitirle eso! —Gritó uno de los agentes que observaban con diversión.

Alston sacudió la cabeza y cruzó los brazos, escuchando como alguien cerca le ponía al corriente de los acontecimientos que habían llevado a esto.

La pelea había comenzado como un simple combate de entrenamiento entre los compañeros. Nada especial. Nada para que alguien prestara mucha atención. Inicialmente, varias personas en el gimnasio principal se habían sentido impresionadas de que el recién llegado agente especial Harry Styles pudiera defenderse contra su temperamental y muy bien entrenado compañero, pero eso fue todo. Lo de hoy parecía haber comenzado como una sesión de entrenamiento, con Louis dándole a Harry consejos y lecciones de una técnica particular.

Si Harry estaba tratando de aprender de Louis, había ido al lugar correcto. Desafortunadamente, Louis no tenía exactamente material de mentor. Todo el mundo en la oficina de Baltimore sabía que el agente especial Louis Tomlinson era bueno para una cosa en el ring: avergonzar a los novatos figuras. Si realmente querías entrenar con él, tenías que ponerle en desventaja de algún modo. Personalmente, Alston prefería el método rodillazo-en-las-pelotas-en-el-vestuario-antes-del-combate. Por lo general, eso igualaba las probabilidades un poco. Por lo general.

Las cabezas comenzaron a girar cuando el entrenamiento suave, las burlas y bromas entre los compañeros se volvieron ligeramente más intensas y los golpes se convirtieron en verdaderos puñetazos que hacían que los combatientes se tambalearan hacia atrás con cada golpe. Todo el mundo sabía lo difícil que era trabajar con Louis Tomlinson. No había sido una sorpresa para nadie que cuando Harry Styles llegó, ellos estuvieran siempre a la greña, especialmente cuando Harry resultó ser tan testarudo como Louis, lo que realmente decía algo. Ya había una apuesta sobre cuánto tiempo duraría la asociación.

(You know) I Love a London BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora