Capítulo 3

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Louis salió del ascensor, en dirección al laboratorio de tecnología moviendo los ojos hacia su compañero. Harry no parecía muy diferente exteriormente. Nuevo corte de pelo, nuevo pendiente, manicura, pero seguía siendo el mismo bajo la cara ropa a medida. Louis no pudo evitar sentirse un poco consciente de los cambios que había sufrido, pero era demasiado bueno en su trabajo para mostrarlo. Esperaba. Por suerte, no había mucho personal en la oficina a las siete de la mañana de un sábado. Planeaban subir a bordo a las once.

—Buenos días, caballeros —saludó Stacy Knight cuando se acercaron, seguido por un lacayo con una caja de plástico cuyo nombre Louis no podía recordar. Knight sostenía dos archivos en la mano, uno de los cuales entregó a Louis.

—Buenos días, Q[1]—respondió Louis arrastrando las palabras, sonriendo mientras tomaba el archivo.

Knight manejaba la mayor parte de las reuniones con los agentes cuando se utilizaba tecnología nueva o poco común en un trabajo. Louis no sabía por qué tenía que verlos antes de que partieran al crucero, pero sentía una especie de pavor a lo que Knight iba a mostrarles.

—No tengo tiempo para que te creas un listillo esta mañana, Tomlinson —respondió Knight secamente—. Denle a Terry sus armas, cuchillos, garrotes, ballestas y cualquier otra inusual arma que lleven encima, por favor.

—¿Qué? ¿Por qué? —Preguntó Louis.

—Ustedes y su equipaje pasarán por el control de seguridad al igual que en los aeropuertos, rayos X y registros aleatorios. Tenemos que encontrar la manera de ocultar las armas y otros equipos en su equipaje, y tendremos que ser creativos, ya que las bolsas van con un maletero. Así que a desembolsar todo.

A regañadientes, Louis y Harry se quitaron sus armas de servicio, seguido por las de respaldo y cualquier otro tipo de armamento que habían ocultado en ellos. Colocaron cada pieza en la caja de plástico. Cuando Louis terminó, se pasó una mano por encima de su chaqueta y asintió con la cabeza a Knight, pero esta se limitó a suspirar con impaciencia mientras les observaba. Louis sacudió la cabeza y miró con un poco de diversión como Harry continuaba apilando cuchillos escondidos en la caja.

Hubo un momento de silencio después de colocar el último cuchillo delgado.

—¿Eso es todo? —preguntó Knight poco impresionada.

Harry puso los ojos en blanco y cruzó los brazos. Siempre llevaba cuchillos cuando trabajaba fuera de la oficina, era una extraña peculiaridad que Louis no había visto en ningún otro agente civil. La habilidad y la costumbre llegó cortesía de algún tipo de formación adicional que Harry había tenido la suerte de tener en la academia para compensar su falta de experiencia militar o policial. Louis lo aprobaba, a pesar de que no se lo diría a Harry.

—Bueno. Ahora que hemos establecido las reglas, síganme —dijo Knight poniendo los ojos en blanco.

—Me siento desnudo —murmuró Harry.

Louis le miró y le guiñó un ojo. Harry no había tenido oportunidad de conocer a muchos del personal de apoyo de la oficina de Baltimore, y Louis probablemente no era la mejor persona para presentarle, no con la reputación que se había ganado.

—Te ves como si hubieras tenido una mala noche —comentó Knight por encima de su hombro, mientras iban tras él.

—Estuve haciendo un poco de investigación para el caso —respondió Louis con un encogimiento de hombro.

—Claro —murmuró Knight con una sonrisa.

Siguieron a Knight a una pequeña sala de conferencias, donde el Agente Especial al Cargo Dan McCoy estaba sentado esperándoles. McCoy se levantó cuando entraron, mirándoles críticamente.

(You know) I Love a London BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora