Konosuba: Los pendientes de Darkness (+18)

Capítulo 30 (parte 2): Súcubo Parte 2: Delicias diabólicas

Entregarse al pecado (parte 2).

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"Sena, domíname y háblame sucio mientras lo haces".

Me miró con esos ojos serios y luego me dio una bofetada en la cara con su guante de enfermera. "Hablarás cuando te hablen, señora". Su suave voz se dirigió hacia mí mientras me acariciaba la mejilla, pero no pude descansar mucho. Sena metió dos dedos dentro de mí mientras me miraba con una mirada penetrante. "Ahora, ¿voy a poder apretar nuestros pequeños y apretados coños de puta juntas, o vas a limpiar mi coño con tu lengua? Una perra de mente tan sucia como tú debería poder tomar una decisión tan fácil como esa, ¿eh?"

"S-sí..." balbuceé. He creado un monstruo sexy. La confianza perdida de Sena es linda, pero la Sena dominante y confiada me toca los botones. "Rómpeme. ¡Hagamos una tijera, por favor!"

Su mirada no se desvaneció, pero estuvo acompañada de una sonrisa tímida. "Buena elección". La enfermera ronroneó y con una mano me empujó hacia la cama. Antes de que pudiera registrar lo que había sucedido, Sena estaba de pie sobre mí, una pierna entre mis muslos y la otra a mi derecha. "Deja de quedarte ahí tirada, mueve tus jodidas piernas gruesas para besar mi coño chorreante con tus húmedos labios de conejita".

Asentí, lista para seguir sus órdenes. Mis piernas impulsaron mi trasero lo más alto que pude hasta que nuestras pelvis apenas se tocaron. Nuestras bragas estaban rasgadas hacia atrás, por lo que fue fácil frotar nuestras entrepiernas lubricadas. Su entrada me hizo cosquillas en el clítoris y me hizo gemir.

Pero no fue suficiente para estimular adecuadamente a la mujer que estaba sobre mí, de pie un poco más alta que yo. "Uf, ¿tengo que hacer todo?" resopló con frustración. Luego, en lo que pareció una confusión, pasó su brazo y pierna izquierdos por debajo de mi derecha, arrastrándome hacia arriba mientras se levantaba de nuevo mientras me cubría con ella. Mi muslo carnoso sobre su abdomen apretado, mi tobillo en su pecho y, lo más importante, mi coño estaba mucho más cerca del suyo. "Ahora te mostraré cómo follar de verdad".

Nuestros coños se unieron y los jugos se mezclaron en nuestros coños mientras Sena me dominaba violentamente una y otra vez.

"Toda esa carne y lo único que puedes hacer es tirarla por todos lados sin gracia" gruñó Sena, apretando mi muslo entre sus dedos. La enfermera chasqueó los dedos hacia uno de los demonios en las gradas. "¡Tú! ¡Súcubo! Siéntate en la cara de esta idiota. Ya no quiero ni escuchar sus gemidos inútiles".

Mi visión del mundo fue rápidamente bloqueada por una linda súcubo de aspecto marimacho con una sonrisa feliz que se plantó encima de mí. Si hubiera tenido tiempo, podría haber notado que Sena había elegido a la chica que le había hablado antes, pero estaba demasiado ocupada saboreando el dulce sabor de la demonisa.

Unos minutos de calor y placer empapado después, las tres nos juntamos. Sena se desplomó entre mis piernas cansadas mientras la súcubo se agachaba para besarme, ansiosa por limpiarme la cara mojada.

Cuando finalmente me senté de nuevo, Sena parecía muy preocupada.

"Espero que haya estado bien, Ama... A menudo interpreté el papel de dominadora en mis fantasías, pero no puedo evitar sentir que fui demasiado lejos en algunos lugares y-y-un-"

Nuestras lenguas se entrelazaron para callarla.

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"Aqua, Chris, ahora mismo nada os importa más que besaros. Os encanta. El resto del mundo se desvanecerá mientras sentís apasionadamente la boca de la otra".