—Erick.
Austin habia pasado de ser parte del estado de Texas a ser la capital del mismo infierno, porque para mí no existe manera de explicar la intensa ola de calor que ha estado azotado la ciudad estas últimas semanas de verano, aunque tal vez la respuesta esta implícita allí mismo.
Es verano, hace dos semanas estaba gritando de felicidad por haber salido de vacaciones de la escuela y también haberle dicho adiós para siempre, este sería mi último verano antes de la universidad. Una vez se acabará el verano, volaré al otro lado del mundo para asistir a una prestigiosa universidad de Londres y agradecía que fuera, así pues, terminarían para mis las olas de calor de verano, estaba deseoso de largarme de este jodido país de una buena vez.
No habia nada aquí en este país que me retuviera, ni un amor, ni familia, ni nostalgia... bueno tal vez mi mejor amigo Sean, pero el asistiría a la misma universidad que yo, por lo que lo tendría cerca y hablando de Sean...
Gracias a él ahora mismo no estaba muriéndome de calor, pues prácticamente me habia asegurado y arrastrado a su grandiosa piscina colocada en el patio trasero de su gran casa.
Sean ha sido mi mejor amigo desde que mis padres se mudaron de Nebraska aquí cuando yo tenía 10 años, ingrese a una escuela nueva donde no conocía a nadie y la convivencia fue difícil, pues yo provenía de una familia de recursos limitados en comparación con la familia del resto de los niños incluido Sean y solo podía estudiar allí porque mi padre habia ganado el puesto de profesor de historia y me ofrecieron una beca, por lo que los primeros dias tuve que sufrir las burlas en dirección a mis zapatillas descascaradas, mi cabello desordenado y mis suéteres de segunda mano.
Todos se burlaban de mí, excepto Sean, el otro chico marginado de la escuela solo porque le temían a su inteligencia. Sean es el celebrito de toda la generación y yo lo supe cuando se acercó a mi aquella mañana cuando yo me recostaba enfadado en una esquina de la cafetería, luego de que un patético grupo de mi clase me acorralará para burlarse de mi como siempre.
Sean se acercó y me ofreció de su soda, estaba listo para golpearlo, pero cuando vi sus ojos amables del otro lado de esos grandes lentes de pasta, estaba seguro de que lo hacía con buenas intenciones, tomé aquella soda, le di un sorbo y eso nos unió por 9 años. Ahora con 19 años, estamos listos para dejar a ese grupo de idiotas que nos molestaron toda la escuela secundaria y buscar el éxito en una universidad de elite a la que solo los mejores pueden ir.
Yo no me consideraba un cerebrito como Sean que le iban todas esas cosas de matemáticas y tecnología y yo soy más de ciencias en específico la biología, por ello estaba listo para estudiar medicina, mientras él se iría por el área de ingeniería en sistemas, lo que le vendría bien puesto que su padre, un millonario del mundo de las ciencias tecnológicas, poseía una compañía de renombres que le heredaría a Sean una vez esté listo, mientras que yo tendría que luchar para poder terminar mi carrera sin ayuda de unos padres conformistas que ni siquiera se alegraron cuando les conté que entre a unas de las mejores universidades del mundo.
Yo nunca fui el chico de fiestas o chicas, aunque no podía negar que ya habia mojado la polla un par de veces, pero nada relevante como para recordar. Siempre estaba con Sean y me termine contagiando con su deseo de ser buen estudiante y mientras él era el primero en la escuela, yo iba en segundo, por ello logramos entrar en la universidad de nuestros sueños.
—¿Viste lo que subió Sloane a X? — pregunto Sean sentado al borde de la piscina, aparte la mirada del agua cristalina bajo mi cuerpo mientras flotaba en el flotador azul en forma de dona. Mis dedos se movían sobre el agua fría de la piscina de la casa de Sean.
Habia venido aquí toda la semana desde que el verano decidió ponerse intenso y como no teníamos más amigos, solíamos disfrutar estar a solas nadando y hablando del futuro, además ya éramos mayores y podíamos tomar cerveza... bueno, en realidad no podíamos, teníamos que esperar a los 21, pero no hay policías por aquí, ¿verdad? de todos modos, justo ahora no estamos tomando.
ESTÁS LEYENDO
Ardiente verano (Parte I) COMPLETA ✔
NouvellesErick está ardiendo en calor y no es por el intenso verano que se alza sobre la ciudad, sus manos llamean por apretar un poco de carne jugosa y besar un par de labios maduros. Susan está cansada de ver desde la distancia y decirse que está mal hace...