"TU ....DE RODILLAS "

capitulo 18

SEÑOR JUNGKOOK:

Jungkook había llegado al restaurante hacía diez minutos y
esperaba a Jimin en cualquier momento, es decir, si es que aparecía.
No tenía ninguna razón para seguir viéndolo, porque, por lo que él
sabía, Jimin no quería nada de él.
Su deseo y su placer habían sido auténticos la noche anterior,
pero el hecho de que tuviera que dejarlo en su cama para ocuparse de
los negocios, y el hecho de que fuera su empleador, podrían asustarlo.
Pero tenía que hablar con el de todo esto y de lo que quería de
el
Se recostó en la silla y se quedó mirando la entrada, sin
acostumbrarse a los nervios que lo agitaban.

Quería ver a Jimin atravesar
las puertas, quería verlo con la ropa que le había dejado. Pero podría
ser incómodo para Jimin. por no decir otra cosa.
Es un hombre inteligente, y el sentido común podría dictarle que
dejara esto antes de empezar.
Pero yo no podía dejarlo marchar, porque incluso después de
haberlo follado seguía deseándolo como un demonio.
En las primeras horas de la mañana, antes de que él se
marchara a la oficina , se había quedado tumbado pasando los dedos por los
suaves y largos mechones de su pelo. Parecía tan tranquilo y bien
follado en ese momento, y él sintió que algo dentro de él se tensaba
ante esa visión.

No podía decir que lo amaba, pero podía decir que después de
un año de verlo a diario, las emociones que Jimin le provoca, cuando ni
siquiera lo sabía, le decían que se preocupar por el.
Había luchado contra sus sentimientos durante demasiado tiempo, y había
terminado con eso. Se estaba haciendo demasiado viejo para ignorar
algo que le parecía tan bueno y correcto, y Jimin le hacía sentir esas
cosas y más...

Vio que el coche que mandó por Jimin se acercaba a la acera y jungkook se
enderezó en su asiento.
El conductor se bajó y rodeó el coche para
abrir la puerta trasera del pasajero.
Cuando Jungkook vio a Jimin salir del vehículo, todo en él se endurecio, se puso en alerta, y el recuerdo de la noche anterior pasó
por su cabeza.

El atuendo que llevaba era el que él había encargado a uno de
sus ayudantes antes de que saliera el sol. Ser quien era tenía muchas
ventajas, y eso incluía la apertura de negocios para él a cualquier hora.
Se alegró de haber podido aprovechar eso, porque ver a Jimin con la
ropa que había elegido para el hizo que todo en él gruñera de
aprobación.

Jimin se detuvo y miró el restaurante durante un segundo, sin
moverse, su nerviosismo era evidente en su postura y en la expresión
que llevaba. Finalmente entró, y jungkook se encontró de pie. Sus
miradas se cruzaron durante un segundo, y finalmente Jimin empezó a moverse hacia él.
Cuando estaba a medio metro de él, alargó la mano y le cogió, la mano se la Llevo a la boca y le besó el interior de la muñeca mientras le sostenía
la mirada. Podía sentir el rápido latido de su pulso bajo sus labios.
Vio que sus pupilas se dilataban y que la negrura se comía el
color. Los labios de Jimin se separaron y se concentraron en su boca.
Se retiró y le tendió el asiento. Una vez sentados los dos, le indicó
al camarero que tomara su pedido. Una vez que pidieron, volvió a
recostarse en su asiento y se preguntó si debía empezar de inmediato
o darle a Jimin un momento para que reflexionara.

-Gracias por el conjunto, pero ¿puedo preguntar por qué me
has comprado la ropa?

- estaba jugueteando con su servilleta, yo alargue mi mano
la puse encima de la de Jimin

-Porque quería almorzar contigo y no creí que quisieras ponerte
tu traje de etiqueta.

- Sonrió. -Y porque me gustaba la idea de que
llevaras lo que te había comprado.
Las mejillas de Jimin se tornaron rosadas ante su comentario.

Puede que anoche le dijera cosas, cosas que deberían haberle
hecho saber que lo quería para algo más que para follar, pero jungkook
se aseguraría de que Jimin supiera exactamente lo que sentía.

Jungkook
se iba a asegurar de que Jimin supiera que el era lo que él quería.
solo tenía que darle una oportunidad.

-Voy a ir directo al grano,Jimin

El asintió, y vio la forma en que su garganta trabajaba
mientras tragaba.

-Anoche no se trataba solo de follar contigo. - Notó la forma
en que el miraba a su alrededor y cómo sus mejillas se enrojecían.

Estaba claro que su lenguaje soez lo avergonzaba, y él no pudo evitar
reírse.

-No me andaré con rodeos, Jimin - El lo miraba de nuevo,
y cuando asintió, él apretó más su mano, asegurándose de que
supiera que esto era real. -

Anoche fue el comienzo de algo. Sé que no
puedo ser el único que siente esto con fuerza.

—Dime que no soy el único.

A pesar de lo autoritario y poderoso que debía ser jungkook cuando
estaba en la oficina o negociando las condiciones en la sala de juntas,
se dio cuenta de que cuando se trataba de Jimin tenía el control,
lo supiera o no. No esperaba que las cosas salieran así, pero ahora que
lo tenía no podía dejarlo ir.
Tenía que hacerle ver que estar con él era lo que debía ser.

-Quiero algo más que una noche.

Jimin Quitó sus manos de las de jungkook y las colocó en su regazo, mirando
hacia abajo. No lo apuró, porque sabía que probablemente esto era
una gran sorpresa para Jimin Habían tenido sexo la noche anterior, y
probablemente el todavía estaba pensando en eso. Después de todo,
él era su empleador, y eso hacía que lo que habían hecho, lo que él
quería con el, cruzara una línea.
Pero a él no le importaba. Después de tener a jimin sabía que
cruzaría cualquier maldita línea con tal de estar con el.

-Di algo, bebé. - Bajó la voz y no le gustó el hecho de sentirse
tan al límite. Esperar a que Jimin respondiera era un infierno.

Finalmente, el volvió a mirarlo después de lo que le pareció una
eternidad, y él vio la incertidumbre en su rostro. -

-Te deseo, jungkook

Eso hizo que su corazón latiera más rápido, que las palmas de
sus manos empezaran a sudar, y todo lo que quería hacer era subirlo
a su regazo y besarlo sin sentido delante de todos. Nunca había sido
del tipo sentimental, nunca le había importado nada que no le hiciera
ganar dinero a largo plazo.
De eso se había tratado su vida desde que tenía uso de razón: de
hacer carrera y ganarse el respeto.
Pero cuando miró a Jimin , algo en él cambió. Ya no se sentía
tan egoísta, porque complacerlo, hacerlo feliz, pasaba a primer plano.
También le parecía una puta locura que, a pesar de que llevaban un
año en compañía el uno del otro, una noche pudiera marcar este
momento de forma tan drástica.

-Pero por mucho que te desee, también tengo miedo, jungkook.

Y así, su corazón se detuvo.

-No hay nada que temer, jimin

Jimin sacudió la cabeza y cerró los ojos por un segundo.

-Tengo
miedo de lo que siento, de lo que puedan decir los demás. Estar
contigo no se parece a nada que haya experimentado antes, y eso es
muy bueno,jungkook. Pero también es tan repentino, y estoy confundido.
Jimin miraba l ropa que le había regalado, alisando las yemas de
los dedos sobre el material,

Jungkook sabía que si no le daba tiempo lo
alejaría, y conseguir que entrara en razón podría ser el obstáculo más
difícil que había intentado superar.

-No quiero que tengas miedo o inseguridad sobre esto. Tu
trabajo está asegurado decidas lo que decidas, pero quiero que sepas
que darme una oportunidad podría no ser el mayor error que hayas
cometido.

- Le sostuvo la mirada durante un segundo antes de
continuar.

-Quiero que tengas todo el tiempo que necesites y que
decidas lo que quieres. No te apresuraré ni te presionaré, bebe

Quiero que sepas cuál es mi posición y lo que quiero. Estaré aquí
cuando tomes tu decisión, no importa cuál sea.
Dios, esta será la espera más larga que he experimentado.

Pero dejarlo llegar a su propia decisión era lo que él quería, y jimin
necesitaba saber qué era lo correcto para el...