NUEVE

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—Pórtate bien SunHee, obedece a tus tíos. No me esperes despierta tan tarde
¿Entendido? —la pequeña asintió.

Llamaron a la puerta, Yeonjun sabía quién era. Besó la frente de su pequeña y le sonrió una última vez.

—Sabes que está en buenas manos —dijo el mayor.

—Y no lo dudo.

Seokjin sonrió para Yeonjun en cuanto este se alejó de su hija.

—Diviértanse.

Yeonjun sonrió, asintiendo para el mayor.
Pronto se despidió una última vez para dirigirse hasta la puerta donde del otro lado Soobin esperaba por él.

—¿Listo?

Soobin había preguntado en cuanto miró a Yeonjun. Yeonjun asintió sonriente, saliendo de casa.

—Vamos.

El mayor le ofreció su mano, Yeonjun la tomó tímido, comenzando a caminar en silencio.

—¿A dónde iremos?

—Primero iremos a cenar.

Asintió ante la idea, pronto tomaron un taxi que los llevó a un restaurante. En la entrada Soobin dio su nombre y lo dirigieron hasta su mesa.

El mejor lugar era al aire libre, este estaba decorado con pequeñas bombillas alrededor de algunos árboles, la luz era un poco escasa, pero eso lo volvía un poco más romántico, dándole un toque relajante y hogareño.

Yeonjun miró a su alrededor y sonrió. Todo era lindo y agradable.

Un mesero llegó entregándoles el menú, cuando pidieron se retiró, ahora podían charlar tranquilamente mientras
esperaban su cena.

—Entonces... ¿Te gusta este lugar? —preguntó, Yeonjun asintió mientras miraba a Soobin con una sonrisa.

—Es hermoso, nunca había venido aquí antes —sonrió con alegría.

—Yo tampoco, unos buenos amigos me lo recomendaron.

—Es hermoso —dijo después de darle una última mirada al lugar.

—Me alegra que te guste.

Se quedaron en silencio por unos minutos, minutos en que el mesero llegó con lo antes pedido.

—Provecho.

Yeonjun y Soobin agradecieron mientras el hombre se retiraba con una sonrisa y una leve reverencia. Yeonjun tomó sus palillos llevando comida a su boca, pronto sus ojitos se abrieron grandes, su mano se había dirigido a su boca mientras miraba a Soobin con felicidad y asombro por el rico sabor de la comida.

—Esto está delicioso.

Soobin asintió de acuerdo con él, la comida estaba más que deliciosa.

—No le digas a Seokjin hyung que te dije esto.

Yeonjun cubrió su boca para reír un poco, Soobin se rio con él, asintiendo sin dejar de mirar al menor.

—Te prometo que no le diré.

En el trascurso de la cena se la pasaron hablando de cosas aleatorias y riendo de algunas anécdotas que Yeonjun contaba de SunHee. Fue una cena maravillosa.

—Vamos.

Soobin dejó el dinero junto con la cuenta, tomando la mano de Yeonjun para ayudarlo a ponerse de pie. Yeonjun le agradeció, tomándola con un leve sonrojo.

—¿A dónde quieres ir ahora?

—A donde tú quieras.

Salieron del local haciendo reverencia al dueño y al hombre de la entrada.
Caminaron con destino hasta el río Han.
La noche estaba hermosa, parecía que las estrellas brillaban cada vez más.
Soobin sonrió cuando miró a Yeonjun quien observaba el hermoso paisaje, ahí fue donde notó que Yeonjun brillaba más que todas las estrellas juntas y que era más hermoso que todo el paisaje que tenía detrás de él.

Papi | ˢᵒᵒʲᵘⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora