Prologo

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Nevermore siempre fue considerado un paraíso para los excluidos, el último bastión contra los normies y el lugar por excelencia ante lo más raro que el mundo pueda lanzar. Eso es lo primero que dice aquel afiche que está pegado en cada rincón de Nevermore, o lo que se presume en los folletos cada que un padre quiere saber de la escuela o la primera cosa que se abre al visitar la página web. En su momento miré esto con gracia, más bien molestia en verdad.

"¿Qué tiene de especial una escuela?"

Cuando la realidad escrita en rojo de Nevermore y por lo tanto Jericó ensució mis manos con mi propia sangre, considere que lo mejor seria no bajar la guardia del todo en aquel lugar. Interesante es la palabra que usaría para describir el semestre que paso en Nevermore. Pero aun con todas las alertas listas y los peores o mejores métodos (dependiendo quien preguntara) tuviera. No estaba preparada para ese final de semana.

Enid no dejaba de rogarme por unirme a ella a una noche de chicas en la habitación de Tanaka, ella dijo: "Ira Bianca, pueden intentar apuñalarse entre las dos" Sin duda alguna una promesa atractiva contra las películas o maquillaje que me quiso vender. Aun con ello el rechazo continuaba, pero Enid es implacable y con sus sonrisas y suplicas de cachorro mi temperamento templado en cero absoluto comenzó a desquebrajar (un comportamiento que no he analizado del todo que sin duda debe de estar en mis prioridades)

Para cuando estaba a punto de ceder un estruendo sacudió los muros de Nevermore. Enid me sostuvo en sus brazos con sus colmillos y pelaje al aire, trato de moverla, pero un aire frío, tan frío que incluso un Addams no soportaría hizo que ambas cayéramos contra el piso. Un dolor empezó desde leve a un grado en donde no podía controlar los quejidos que mi boca dejaban salir.

Enid gruñía y gritaba como si estuviera en pleno cambio de luna llena. Cierro los ojos al dolor con la esperanza de que el mismo haga me desmaye, pero en cambio hace que la cabeza me mate, mi visión comienza a parpadear y a mostrarme luces que no deberían estar ahí en primer lugar, cada parpadeo retiene más imágenes de las que debería.

Entre el dolor miro como una luz verde parece serpentear por los pasillos de Nevermore. Para cuando quiero dar un paso o llamar a Enid mi cerebro falla.








Nueva historia Wenclair que se me ocurrió mientras "trataba" de dibujar algo. Espero le den una oportunidad y les prometo que en esta historia todo escalara de una manera que no esperan, además de algo de horror y cosas así. Pero... No faltara el romance. 

Seven DevilsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora