Mañana de sábado. Ya el gitano llevaba varios días con alguien generoso que siempre le enviaba las cajas,hoy si o si tenia que saber quien era.
Se sentía alagado,pero al mismo tiempo sentía que no era ni algo merecido o necesario. En estos momentos estaban caminando por los largos pasillos de los hornos,subiendo las escaleras,con una muy rara actitud positiva hoy..
—Sabes..? tengo que saber quien es.-dijo Franco subiendo la escalera,a lo que su compañera puso los ojos en blanco.
—Y si es quien creo que es..?
Replico la castaña,tomando el barandal,tenia la mente mas que clara; Las molestias del soldado al pasar enfrente de su edificio (el era turno de tarde durante casi toda la semana). Franco ya había acumulado la suficiente información sobre la hora en la que entregaban las cajas,testigos,entre otros datos..
Y por cierto,la gallega ya sabia esa historia de pies a cabeza debido a la ilusión de el gitano,nunca lo había visto así,ahora le tocaba soportarlo..
Todos los jodidos días llegaba feliz y hablando de 'Miguel',lo que ya tenia harta a Catalina.
Tomaron sus almuerzos de sus casilleros,donde estaban sus bolso y otros articulos personales,hoy se iban a sentar en el pasillo del segundo piso,justo abajo del barandal.
—Ay dios,Cata,como estas tan segura de que si es el..?
—Todo indica que es el,subnormal.-respondió obvia la gallega.
Se sentaron en el pasillo,los ojos del pelinegro fijos en las ventanas de la planta baja mientra destapaba la lonchera,su almuerzo era pollo guisado con granos. Cata lo miro con una mueca de disgusto,viéndolo a el y a su comida.
—Cual es el interés por ese tal Miguel..?
Rechistó Catalina,a lo que Franco volteo indignado,jadeando.
—El mismo que tu tienes por Diego,cabrona! -Argumentó,dándole un ligero golpe en la cabeza a su compañera,a lo que esta empezó a reír.
Ella destapó su lonchera,tomando sus cubiertos y comenzando a comer,también pendiente de las ventanas. Ya pasado un rato de conversación no tan entretenida entre ellos dos,Cata vió una silueta alta,parecida a la descripción de 'Miguel' que le había dado su amigo,dando varios golpes en su hombro.
—Hey,ese no es..?
Ella no logró terminar la frase,Franco volteó rápidamente,en busca de su amado. En efecto,era el.
El gitano dejó su almuerzo a medias,dejándolo a un lado de su amiga,corriendo y bajando las escalera para hablar con el. Catalina suspiró,tapando el almuerzo de su compañero y guardándolo en su lonchera,al igual que el de ella. Se temía que ahora tenia que devolverle el favor a Franco de ser quien lo cuidaba..
Mientras que Franco,al verlo cerca del contenedor de basura,justo donde entregaban las cajas,al verlo distraído,salió con su típica actitud coqueta,llamando la atención del mas alto.
—Con que todo este tiempo fuiste tu? -Franco carcajeó,recostándose contra la puerta de metal.
El castaño tambien rió,metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta con confianza.
—Pues si.. ademas,ni gracias dices. Que maleducado de tu parte.. -frunció sus labios,chasqueando su lengua.
Franco se cruzó de brazos,sin darse cuenta que ya su compañera estaba asomada por la ventana,viendo que perfectamente se podría cortar esa tensión con una tijera,río ligeramente ante ese pensamiento.
—No pues.. que atento de tu parte,si bien te dije que no. -soltó con un tono sarcástico,a lo que su contrario rodó los ojos y se acerco peligrosamente a su contrario,quedando cara a cara,dándose cuenta de lo alto que es Miguel en realidad.
