Los tres llegaron a la comandancia,y el soldado los sentó a ambos de manera abrupta. Franco se aferró a los posa brazos,estaba completamente nervioso y volteó hacia todos lados,la capa de sudor en su frente hizo que se cayera el gel que fijaba su cabello.. así como todos los días salía de su trabajo.
La chica también estaba destrozada y muy asustada; se cruzó de brazos y se hundió en su silla,al borde del llanto.
Otro soldado estaba observándolos; llevaba rato dentro de esa oficina al parecer,comía una manzana tranquilamente,con una mirada soberbia encima de los dos. El soldado que los había llevado hasta ahí se sentó enfrente de los dos a través de un escritorio.
−Con que tabaqueros,no..? -pronunció de manera arrogante,observando sus uniformes.
−Así es.. -respondió el soldado,acomodándose sus bolsillos y quitándose su gorra.
Franco notó algo cuando se quitó la gorra,las facciones del soldado eran completamente maravillosas y encantadoras ante la juiciosa vista del gitano,su piel tersa y sin imperfecciones,sus anteojos redondos que resaltaban el verde grisáceo de sus ojos,sus pómulos ligeramente marcados y los colmillos que resaltaban dentro de su sonrisa.
Exacto,era el mismo soldado al que le había lanzado la rosa el día anterior.
Franco quedo atónito y embelesado al verlo,y tan de cerca,prefirió ponerse nervioso si lo detenían por cierta cantidad de tiempo..
−Está bien.. - se sentó enfrente de los dos.- Por que empezó la pelea..? -preguntó,comenzando a anotar en un cuadernillo.
Franco iba a hablar,inhalando aire a pesar de su notoria molestia,pero la rubia lo interrumpió.
−¡Él me empujo cuando estaba sentada sobre un par de cajas,y me raspé aquí! -hizo énfasis en 'raspar',mostrando su herida fresca.
El soldado rápidamente se echó hacia atrás cuando su espacio y el escritorio fueron atacados por la pierna de la chica,haciendo una mueca de asco,sacudió la cara ligeramente,para seguir interrogándolos.
−Empezaste a meterte conmigo,estúpida..! -le gritó Franco.
−Ey,cálmense.. -los dos se callaron,a lo que la chica de cruzó de brazos.
El gitano y el oficial hicieron contacto visual por unos segundos; apenas y se habían visto el día anterior,pero ambos sentían que se conocían de toda la vida.. o al menos,eso creían.
Si,claro que se conocían,si el supuesto victimario le había lanzado una rosa cerca el puerto,era mas que obvio..
Pasados ya unos duros minutos de preguntas que y afirmaciones que no llevaban a ningún lado,y declaraciones incómodas,el soldado junto a su compañero llegaron a un veredicto.. obviamente,dejando salir a la rubia; cada minuto que pasaba molestaba mas al gitano.
−Bueno,tengo hambre,iré con Adrián y David.. -le dio dos palmadas en ambos hombros al soldado,yéndose del salón.
El soldado suspiró,volviendo a revisar su diario y anotando mas cosas. Franco hizo una mueca,cruzándose de brazos y la furia le ganó y chasqueó su lengua,hablándole con un tono arrogante.
−¿Y eso es todo? -escupió Franco,lo que le llamo la atención al soldado.
−¿a.. a que se refiere? -levanto el mentón,viéndolo a los ojos.
Los ojos grisáceos del contrario penetraron a los del azabache,haciendo que frunciera las cejas. Que le pareciera lindo era inevitable,pero no quería dejar pasar esta injusticia,Franco se hinco en su silla,viendo de reojo el gafete del soldado.
