。⁠.゚⁠+𝙴𝚕 𝚌𝚊𝚖𝚒ó𝚗 𝚍𝚎 𝚑𝚎𝚕𝚊𝚍𝚘𝚜。*⁠・

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- Pero qué demonios – la rubia empresaria se despertó en su propia cama, dentro de su cuarto y con su pijama puesto - ¡Kwong!

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- Pero qué demonios – la rubia empresaria se despertó en su propia cama, dentro de su cuarto y con su pijama puesto - ¡Kwong!

A los tropezones la rubia salió de su cama y con todo furia caminó hacia la sala - ¿Quién se piensa que es? Si yo digo que duermo en ese sillón es que duer...

Ecos de risa entraban por el pasillo, Orm apuró aun más su paso -Jajajajaja - las risas se hacían cercanas.

- ¿Qué están haciendo? – apenas entró en la sala vio a Prigkhing y Lingling sentadas en el sofá cama mirando antiguos dibujos animados. Al parecer era algo que las dos estaban disfrutando al máximo. Mientras la bailarina devoraba su desayuno, la morena jugaba con unos de los tantos almohadones que tenía a su alrededor cubriéndola.

Apenas escuchó la voz de la rubia Lingling volteó a verla, por supuesto que vino el famoso mirar, torcer, entreabrir la boca y después las palabras – Yo... ella... el correcaminos - no sabía para donde señalar, si hacia Prigkhing, hacia el televisor o hacia ella misma. Desesperaba gesticulaba sin encontrar la forma de explicarle a la rubia que estaba pasando.

- Yo llegué y me puse a mirar la tele, Ling despertó después – explicó Prigkhing ayudando a la morena.

La morena asintió la versión de Prigkhing – Eso – agregó esta vez segura.

Orm caminó hasta la cocina en busca de su café diario - Pues será mejor que te olvides de la televisión por el momento porque quiero hablar contigo, no te vas a escapar más de mi Kwong, ¿me oyes? Kwong... - insistía - ¡Dios! ¿Por qué es tan difícil? – volvió a la sala en busca de la morena, no pensaba posponer la charla, lamentablemente no contaba con el correcaminos.

La rubia chocó su pie contra el piso indignada. ¿Por qué todo era más importante para la otra chica que ella? ¿Por qué Lingling no se fijaba en ella como ahora estaba fijándose en como ese estúpido coyote es aplastado una vez más por una enorme roca? Esto se tenía que acabar de inmediato. Orm caminó con paso firme rodeando el sillón y se puso enfrente del televisor, ambas televidentes torcieron sus cuerpos para poder mirar entre los agujeros que Orm dejaba libre, lo que le dio más rabia a la empresaria y después de un nuevo pisotón en el piso, se dio vuelta dándole la espalda a las otras y apagó el televisor.

- ¡Auch! – algo le había pegado en la cabeza y se dio cuenta que era un almohadón cuando el objeto cayo al lado de sus pies - ¡¿Quién fué?! – aunque se dio vuelta con la idea de sacarle a tirones la culpable, lo supo de inmediato porque la morena miraba a Prigkhing con el ceño fruncido y su cara se había puesto de la misma forma que la tenía segundos antes de irse contra Wisanu.

- Fue Lingling – la chica señalaba injustamente a la tatuadora.

La morena miró el dedo acusador de Prigkhing y apenas se dio cuenta de que la señalaba a ella miró a Orm y empezó a agitar su cabeza negando la acusación – No...yo...yo...no fui – lo negaba con énfasis.

𝙽𝚘 𝚜𝚘𝚢 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚝𝚒 ଘ|ଓ [LingOrm] [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora