Juventud 1

61 46 5
                                    

¿Qué haces con un cadáver a los diecinueve años?

En un pueblo con más árboles que gente.

Siendo el único familiar vigente.

Sabiendo que tu familiar fue un ojete.

Soid pensó en correr hasta quedarse sin suelas, en dejar ventanas abiertas y que los cuervos entraran a cenar.

Se imaginó libre, cual Ícaro dibujando estelas.

Terminó marcando a la policía para que lo fueran a auxiliar.

Quien diría que una muerte es una siembra de firmas.

Una cosecha de preguntas, una deuda repentina.

El joven lo supo pronto. Llegó a la funeraria y ahora debía elegir.

Un panteón, una caja, una lápida; salió con una botella de tierra gris.

Entonces decidió cumplir el capricho de la vieja: tiraría sus cenizas en el mar.

Después de todo no había maldad en su psique. Él sí que era una buena persona violada por el mal.

Y es que cuando se nace con corazón de Calcuta, no hay Lucifer que lo pueda quemar.

El Columpio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora