Juventud 9

14 9 0
                                    

Cuando llega la decepción llega el coraje.
Coraje con uno mismo, coraje que asfixia.
Asfixia lenta y redundante en su mensaje.
Mensaje indeseable que odio propicia.

Un crucifijo cual misil a la inocente pared.
Una vírgen en mil pedazos besando el piso.
Una Biblia bautizando en fuego su papel.
Un niño Jesús en la basura está dormido.
Una creencia rota, un fanático caído.

Tanto vorágine y colisión parecían un averno,
y en realidad era un big bang escupiendo:
Escupiendo un ignoto universo interno.
Donde sólo importa apagar el hambre y ayudar al enfermo.
Donde no hay hombro sin tiempo, ni lengua sin consejo.

Soid descubrió su lugar en el espacio.
Tomó conciencia de su insignificante ser.
Descubrió que sus problemas eran aún más insignificantes que él.
Decidió crear soluciones para los que en verdad vivían con Lucifer.

Decidió buscar un alma en pena: heredarle su herencia y curarle la sed.

Un alma libre de pecado, un alma brillante, un alma que, al ayudarla a salir de la mierda, lo librara de las toneladas en la espalda. Un alma que lo dejara subir al podio mortífero, para lucir, sin miedo, el bonito collar del fin.

El Columpio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora