Dicen que los sueños son las experiencias que vivimos en otros universos. Es una idea loca de creer sin pruebas concretas, pero yo quiero aferrarme a la posibilidad de que, al menos, son realidades alternativas y existen.
Hubo un sueño en particular que sucedió hace unos años. En ese sueño, estábamos juntos. Fue sorprendente, especialmente porque en ese entonces no teníamos una relación profunda. Sin embargo, me hizo darme cuenta de lo importante que llegarías a ser para mí.
Todo comenzó con una sonrisa tuya en ese otro universo. Desde ese día, empecé a tener sueños en los que nos reencontrábamos o vivíamos fantásticas aventuras juntos. En todos ellos, había algo que me brindaba paz y me ayudaba a tranquilizarme, tanto allí como aquí: tu sonrisa.
Puede parecer cursi para otros, aunque, como sabes, me importa poco lo que piensen los demás, y mucho menos a ti. Sin embargo, en esos sueños también había algo que me hería profundamente: no llegábamos a ser lo que éramos en el primer sueño. No estábamos juntos como una hermosa pareja.
Siempre me limitaba a observarte, sin poder ser el que estuviera a tu lado en la vida. Solo era un jugador con la maldición de mirar y amar desde la distancia, sin la capacidad de expresar mis sentimientos. Solo podía escuchar las descripciones del amoroso que tenías a tu lado, con quien vivirías.
A pesar de ello, preferiría escuchar cada una de tus palabras, aunque cada una me apuñalara y dejara millones de agujeros en mi corazón. Tú eras lo importante; tú hablabas y yo escucharía.
Jajaja, es la tonta realidad que debo aceptar.
El último de los sueños fue una despedida mía hacia ti. Una herida mortal sin curación, arrojado en una habitación solo, fumando un cigarrillo y encendiendo el teléfono para realizar una llamada a la voz que tanto anhelaba escuchar.
Te saludé con afecto, tratando de transmitir una gran alegría en mi voz, a pesar de estar cerca del final de mi carrera en este vasto mundo. Ocultaba el dolor y solo quería escucharte.
-¿Sabes? Desearía estar presente para tu cumpleaños.
Tú solo respondías que yo estaría en ese día tan especial, aunque yo sabía que era imposible ante mi inevitable deceso. Hablaste de él y de cómo pasarías uno de los mejores días de tu vida. Solo reí y afirmé que lo harías, sin importar qué.
Un mal cálculo me llevó a toser y soltar el cigarrillo. Siempre preocupándote por los demás, me preguntaste si estaba bien.
-Bien, siempre estoy y estaré bien, querida.
Fue en ese momento cuando comenzaste a sospechar de algo.
-Algo ha sucedido, ¿verdad? -guardé silencio unos segundos-. Por eso dijiste que desearías estar presente para mi cumpleaños. ¿Qué ha pasado?
-A pesar de que aparento ser una persona valiente, estos últimos años he sido realmente un cobarde.
Solo pude sonreír y apretar la herida cerca de mi pecho.
-No habrá un nuevo día para mí, así que debo decirte la verdad y enfrentar lo que me carcome cada día cuando te veo a ti y a tu hermosa sonrisa.
Las sirenas empezaron a escucharse afuera.
-Te he amado, te amo y te amaré siempre, ___.
Fue entonces cuando comencé a escuchar tus sollozos a través del aparato.
-No hay por qué llorar, hoy es un hermoso día. ¿Sonríe por mí, quieres?
Unas lágrimas empezaron a derramarse de mis ojos.
-Este es mi adiós, princesa. Sabes que en esta vida he cometido muchos errores que no he podido remediar. Tengo tantos arrepentimientos, pero tendré un poco de paz al saber que te confesé lo que sentía por ti, aunque sea en mis últimos momentos.
La sangre perdida comenzó a hacer efecto.
-¿Te veré algún día?
Solo reí débilmente.
-Al lugar al que voy no irás, pequeña. Solo yo iré allí, hablaré con el gran jefe y le pediré que vivas feliz, que al final llegues a estar a su lado. Pero, eso sí, haz cosas buenas.
-Te extrañaré... Yo también te amo.
Pero ya no podía responder a tu comentario. Sé que no lo decías de la misma forma que yo, o eso quería pensar. Fue allí donde dí mi último suspiro y terminé nuevamente en mi cama, con los ojos abiertos, observando el techo en plena oscuridad.
Desde ese día, ya no he vuelto a soñar con nada. Solo hay vacío. Por eso deseo que los otros universos sean reales, porque es allí donde ambos somos felices. Tal vez no amorosamente, pero vale la pena seguir amándote en silencio si aún puedo ver tu bella sonrisa.
Quiero llevarme ese pensamiento conmigo y darte mi última despedida, querida. Mi tiempo ha terminado aquí, como en ese universo. Esta vez, las heridas fueron por tratar de protegerte. Estás a mi lado y puedo observar tu rostro angelical en paz. Espero que sonrías para siempre. Sonríe por mí, ¿quieres? Vive y sé feliz; te lo mereces y siempre te lo merecerás.
Recuerda que te amo y te amaré en todos los universos que existan.
Buzón de voz enviado.

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G.G.
Rawak° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ************Ti amo in tutti gli universi.************ ---------Caniba em dasurra casu unche no atemo--------- ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° °...