Capítulo 6

89 9 1
                                    

Mi nuevo nombre era Yados, un entrenador personal que en sus tiempos libres vendía anabolicos a dibiluchos.

No me tomó mucho tiempo para conocer gente en el mundo de la delincuencia.

Luis era un niño muy inocente pero estaba rodeado de personas muy peligrosas. Su abuelo se llamaba Eduardo pero en el bajo mundo era conocido como "el abuelo".

No me fue difícil ganarme la confianza de Luicito, ambos compartíamos la pasión por un juego llamado Marbella Vice que era de realidad virtual.

Pronto me presento a su mejor amigo, un chino de poca edad llamado Bo.
Ambos me llevaron a hacer robos a tiendas con ellos y así, de a poco, forjamos una amistad.

Me mude a vivir con ellos a una mansión que estaba cerca del Pier. Había sido heredada por el abuelo de un ex mafioso que se había fugado de la ciudad.

Desde allí monitoreábamos el mundo de la venta de drogas, más exactamente la metanfetamina.
Teníamos muchos empleados que se dedicaban a la venta y a colaborar en los robos.

Habíamos pasado de los robos menores a bancos y joyerías.

Quien diría que 4 personas podrían crear una organización de esa magnitud en pocos meses.

Pero a pesar de las pocas posibilidades y que teníamos todo en contra, ahí estábamos Luis, Bo, el abuelo y yo como jefes de Los Sweet Dreams.

Poco tiempo después Bo consiguió ser el organizador de las carreras ilegales de la ciudad y Luicito abrió un taller, que ayudaba a los corredores a tener un lugar para reparar sus coches de carrera.

Cuando tenía oportunidad volvía a la mansión de Isidoro para ver si había novedades de Gustabo, pero no podía hacerlo muy seguido, no tenía levantar sospechas con mis nuevos compañeros.

Ese día tenia unas horas libres, Luis y Bo tenían una reunión con unos vendedores de armas.
El abuelo había comprado un bar nocturno, el cual usaba para el lavado de dinero, así que solía estar muy ocupado todo el tiempo.

Entre en la tienda de ropa que estaba cerca de la comisaría y me vestí de Isidoro, usaba un gorro para tapar mi cabello barba falsa ya que para hacer de Yados había cambiado radicalmente.

Camine rápido hasta el garaje que estaba al lado de la comisaría y saque el auto de Isidoro.

Conduje hasta la mansión por casi 40 minutos. Había olvidado lo alejada que estaba.

Al entrar miré todo a mi alrededor con nostalgia. Había pasado tantos buenos momentos ahí.

Camine por toda la casa y me quedé parado frente a la foto en donde estaba junto a Gustabo, ese había sido nuestro primer éxito. Inevitablemente una lágrima callo por mi mejilla.

No podía creer que habían pasado 1 año y 3 meses de su desaparición. A pesar de eso, no perdía las esperanzas de encontrarlo.

Seguí mi recorrido hasta llegar a mi habitación. Busque dentro del placard mi teléfono.
Lo encendí y espere varios minutos hasta que empezaron a caer todos los mensajes.

Los revise uno por uno, no había nada importante, la gran mayoría eran de mujeres o de algún compañero de la policía. Hasta que llegó uno de un número que no tenía agendado.

Lo abrí y lo leí.

Gonzalito soy Gustabo, si ves este mensaje guarda este número pero no me respondas.
Búscame en redes sociales como Lucas Rojas, mi foto de perfil es un gato negro.
No lo hagas desde tu perfil de Isidoro, crea uno que nadie conozca.
Y hagas lo que hagas no le digas a Freddy que recibiste este mensaje.
No sabemos en quien podemos confiar y solo te tengo a ti.
Espero que me contactes.

Quede sorprendido al terminar de leer, no sabía si era real pero fue la primera pista que tenía en mucho tiempo. Debía actuar.

Agende el número en el teléfono de Yados como chica 1, Gustabo siempre sería mi chica 1.
Borre el mensaje, volví a apagar ese móvil y lo guardé nuevamente en el mismo lugar.

Camine al garaje a buscar mi auto, debía volver a mi vida como Yados y ocuparme de contactar con ese tal Lucas Rojas.

Si el que había enviado ese mensaje realmente era Gustabo, significaría que Freddy estuvo involucrado en su desaparición y todo este tiempo solo me había manipulado a su voluntad.

Si Trucazo realmente había tenido algo que ver en ese asunto, me encargaría yo mismo de hacerlo pagar. Por mentirme pero sobre todo por secuestrar a mi Gustabo.

Jamás se lo perdonaría.

••••••••••••••••••••• ♡

Habían pasado meses desde que le envié ese mensaje a Gonzalo. Esperaba que alguna vez lo viera y me contacte pero a medida que pasaba el tiempo perdía las esperanzas.

Tenía que pensar en otro plan, debería ocuparme de todo solo y sin ayuda o contactar a mi amigo de otra manera. Pero cuál? 

Realmente no sabía nada de él en este tiempo.

Freddy decía no tener noticias de Isidoro desde hacía mucho, que parecía que se había ido de la isla para no regresar.

Eso no era posible, Gonzalo no me abandonaría, él seguiría buscando hasta dar con mi paradero. De eso estaba seguro, aunque tal vez había perdido las esperanzas o creía que había muerto.

Podría ser que mi captor hubiera plantado un cadáver para fingir mi muerte? Sería demasiado retorcido hasta para Freddy.

Había revisado los perfiles de Isidoro en redes sociales y realmente hacia meses que no posteaba nada.

Caminaba por el pueblo, había salido a hacer unas compras. Al terminar fui a pensar, veces me sentaba en las rocas cerca del mar a contemplarlo por horas.

Era tan relajante!

"El mar es infinito..." no recordaba por qué había dicho esa frase en aquella ocasión, pero me traía tantos recuerdos. No todos buenos sinceramente, pero de todas maneras no me arrepentía de nada.

Era tiempo de volver a casa. Me puse de pie y camine despacio hasta llegar a mi vehículo. Conduje despacio hasta llegar a "mi hogar". 

Freddy volvería en 2 días aproximadamente y ya lo extrañaba. Que ironía que las cosas fueran así, si él hubiera  intentado estar conmigo de otra forma probablemente hubiera aceptado y hubiera destruido la isla a su lado. Pero de esta manera, con engaños y manipulaciones no obtendría nada de mi parte.

Al llegar a la casa me senté a mirar mis redes sociales. Mi nuevo alias era Lucas Rojas. No tenía ningún sentido el nombre que había elegido, tal vez esa fue la razón de inventarlo.

Había una nueva solicitud de mensaje en la bandeja de entrada. La revisé sin esperar nada, en parte no creía posible después de tanto tener noticias de Gonzalo.

Vaya sorpresa me lleve al leerlo.

Buen día! Mi nombre es Yados y buscaba información sobre chica 1. No se si usted podría ayudarme a encontrarla.  Le dejo mi nuevo número de teléfono xxx-xxxx . Espero tener su respuesta a la brevedad.

Era Gonzalo, él me tenia agendado como chica 1. Era algo que solo sabíamos nosotros, una broma personal e intima.

Debía memorizar ese número telefónico y borrar el mensaje.

No podía dejar pruebas, no debía cometer errores, no ahora que estaba tan cerca de ser libre al fin.

SecuestradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora