Capítulo IV

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"Plan de rescate"

LA SITUACIÓN que rodeaba a los tres lideres del ex-campamento, era incómoda. Y no era precisamente lo que esperaban que sucediera. Ninguno del trio se acostumbraba aún a que les dieran ordenes, pues ellos ya no eran los que estaban a cargo en el campamento Jaha.

Aunque deberían estarlo, gracias a que ellos eran los que habían sobrevivido meses sin comunicación del Arca, sin suministros medicos, y sin siquiera líderes predeterminados, expertos en aquello.

Cien adolescentes fueron enviados a la tierra, con tan solo un aprendizaje básico de habilidades terrestres, dadas por el profesor Pike. Cual clase fue un desastre rotundo.

—Mamá, no lo entiendes. Tenemos que buscar a Finn— volvió a repetir Clarke, ya bastante cansada ante la negación de su madre.

Bellamy y Adeline se encontraban detrás de la rubia, en absoluto silencio. Simplemente esperando una señal que acatar.

—No tenemos suficientes hombres para liderar una búsqueda y a la vez proteger el campamento— negó, la ahora proclamada como canciller. Causando aún más frustración en los adolescentes.

—Perdóname, Abby. Pero Finn y Murphy son de los nuestros. Y ellos están liderando la misión de buscar a tu hija— dijo Adeline, quien no quería meterse en la pequeña disputa familiar. Pero aquello se trataba de sus amigos—. Que si te recuerdo, tu les diste esa misión.

Un silencio cayo en la sala, dejando a todos los miembros que la ocupaban pensativos. La madre de la rubia aún se veía con su postura reacia al hecho de dejarlos salir. O mejor dicho, de dejar salir a su hija.

—He dicho que no— espeto la mayor con colera—. Díganles a los de la puerta que no dejen salir a nadie, sin un permiso previo del consejo— ordeno Abby hacia los guardias que custodiaban la sala. Que después de unos segundos, salieron tras la canciller.

—¿Ahora que haremos?— preguntó Clarke con frustración evidente. La rubia no había podido ni controlar la situación con su madre.

—Ya tengo un plan— aseguró la pelinegra con media sonrisa—. Hable con Raven ayer, apagara las cercas por dos minutos.

Todos se sintieron aliviados. Gracias a Adeline, quien siempre tenía un plan b. Y quien siempre pensaba en frío la situación.

—Es mejor que lo ejecutemos ahora, porque después se hará de noche y las guardias aumentaran— asintió Bellamy. Quien hablaba por primera vez en media hora.

El pecoso había estado extremadamente pensativo, gracias a sus impulsos de la noche anterior. No había tocado el tema con Adeline, de hecho, no había hablado en lo absoluto con ella. Y aquello le inquietaba de sobre manera.

Algo de que ambos habían estado pensando, era en que ni siquiera habían tenido momentos personales tan largos, o constantes. Gracias a que estaban continuamente en guerra, o intentando sobrevivir de peligros irreconocibles.

Los tres chicos fueron a la ubicación exacta, que le había permitido Raven a Adeline el día anterior. Y efectivamente, la mecánica se encontraba parada viendo fijamente el suelo.

—Han tardado un poco más de lo acordado— hablo, dirigiéndose únicamente a la pelinegra. Con quien había acordado aquel plan.

—Fue mi culpa— admitió Clarke, con una pequeña sonrisa apenada por el retraso.

—¿Solo serán ustedes tres?— cuestionó Raven. Quien no quería ser pesimista, pero se trataba de buscar al amor de su vida.

—Cuatro— una voz externa se hizo paso entre los tres líderes. Quienes inmediatamente voltearon.

Ágape II /Bellamy Blake/ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora