Ágape II /Bellamy Blake/

Capítulo IX

"Caminante espacial"

ADELINE SENTIA su pecho subir y bajar debido al agotamiento. Habían estado corriendo por el bosque por algunos minutos. Gracias a que se dirigían al transbordador, que semanas atrás fue su casa.

El transbordador había quedado como punto de reunión acordado entre el pequeño grupo, que se había formado para ayudar a que Finn escapara.

La pelinegra pudo visualizar el terreno del campamento, y sintió una gran nostalgia arrasarla. Ya no había nada de lo que antes se podía llamar hogar. Ahora solo eran cenizas y huesos calcinados. A la chica le aterro la idea de que en tan poco tiempo un lugar que solía estar lleno de risas y vida, ahora se encontrara siendo un cementerio.

—Que bueno que estes bien, linda— saludo Bellamy mientras la rodeaba en un cálido abrazo. Aunque al moreno no le había gustado la idea de tener que separarse de su novia, tuvo que aceptarla, debido a la insistencia de la misma.

—¿John? ¿Que haces aquí?— preguntó extrañada Adeline, ella recordaba a la perfección que las únicas personas incluidas en el plan eran: Clarke, Finn, Raven, Bellamy y ella.

—Raven me dijo que necesitaba mi ayuda— se encogió de hombros restándole importancia. Su amiga asintió comprendiendo la situación.

Murphy había estado los últimos días intentando ganar nuevamente la confianza y el respeto que había tenido antes. A Adeline le alegraba ver como por primera vez el rubio dejaba de ser alguien egoísta, para convertirse en un intento de co-líder.

—¿Ya llegaron Clarke y Finn?— una voz externa a la conversación antes mantenida, se pudo escuchar. Los tres chicos voltearon sus cabezas en dirección del ruido, encontrándose con Raven.

—Solo hemos llegado nosotros— negó Bellamy, haciendo que una preocupación se instalara en el cuerpo de la mecánica.

Raven odiaba más que nadie ver la cercanía que Finn y Clarke traían entre manos. Odiaba sentirse la otra mujer. Pero lo que más odiaba, era el hecho de que Finn se pusiera múltiples veces en peligro gracias a la rubia.

—Ya llegaran— aseguró Murphy, intentando dar aliento al pequeño grupo que se mantenía cabizbajo.

—Entremos a la nave, aquí estamos  desprotegidos— indicó el mayor de los Blake, poniendo una mano en la espalda baja de su novia para que caminara.

Reyes dirigió su mirada hacia la líder del campamento, quien no había emitido ni una sola palabra desde que la mecánica había llegado. Entre ellas seguía existiendo cierta tensión, gracias a Bellamy. Pero realmente no era aquello por lo que Adeline no hablaba, si no porque no sabía que decir exactamente. Finn estaba al borde del abismo, ella sabía que un paso en falso lo haría caer hasta el fondo. Y también era consciente de lo importante que era el caminante espacial para la mecánica.

Así que de la manera más callada, le quito todas las esperanzas posibles que antes habitaban en el cuerpo de Raven. Si Adeline no tenía un plan, las cosas realmente estaban mal.

El pequeño grupo se ubico en la planta baja de la nave, la cual ahora se encontraba desordenada y con un olor característico a gas. Sin duda alguna, ya no era un lugar habitable para nadie.

—Tranquila, encontraremos una solución— murmuró Bellamy, quien acurrucaba a su novia contra su cuerpo.

—Por primera vez, se que no hay solución, Belly— respondió la chica, haciéndose bolita, pero aún así sin separarse de Blake.

Ellos tenían la conexión suficiente como para sentirse en un mundo alterno cuando estaban cerca. Se aproximaba una tempestad de problemas sin solución, pero aún así, ellos estaban bien con eso si el otro se encontraba a su lado.