*Si quieren la experiencia completa, hice una playlist en Spotify para esta fanfic: "DISTRIC 8" (link en mi perfil)
"¿A SALVO?"
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Felix abrió los ojos lentamente, su visión borrosa al principio, mientras su mente intentaba orientarse. Todo era confuso. Sentía el peso de los cables conectados a su cuerpo, tirando de su piel, recordándole que aún no estaba libre. Pero algo era diferente. Esto no era el laboratorio. No había frío metálico, ni las luces pálidas que lo habían torturado durante años. El lugar era más amplio, más colorido, casi... vivo.
Su respiración se aceleró, y el miedo se apoderó de su pecho. Esto no es normal, pensó. Todo lo que había conocido se había reducido a paredes grises y a los gritos de los otros sujetos en experimentación. Pero aquí… los colores le resultaban incómodos. Lo desconcertaban.
Movió ligeramente la cabeza y vio a una chica monitoreando algo a su lado. No llevaba bata de laboratorio ni las frías máscaras que solían ocultar los rostros de los científicos. Sus manos temblaban un poco mientras revisaba las máquinas a las que estaba conectado. ¿Quién era? ¿Qué estaba haciendo?
Un sentimiento primitivo lo invadió: peligro.Antes de que pudiera controlarse, se incorporó de golpe en la camilla, arrancando de un tirón el suero que atravesaba su brazo. La chica soltó un pequeño grito y retrocedió, asustada. “¡Hey, hey! ¡Calma!” dijo, levantando las manos con gesto de rendición.
Pero Felix no escuchaba. Sus sentidos estaban alertas, su cuerpo listo para defenderse de lo que fuera. Su mente gritaba que debía escapar. No podía confiar en ella, en nadie. No estaba en casa, no sabía dónde estaba, y lo único que entendía era el miedo. Sus ojos buscaron desesperadamente algo a su alrededor. Vio una bandeja de metal sobre una mesa cercana, llena de instrumentos médicos. No lo pensó dos veces: agarró lo que parecía una tijera afilada y la blandió hacia la chica.
“¡No te acerques!” gritó, su voz ronca y llena de pánico.
La chica dio un paso atrás, sus ojos muy abiertos. “Espera… ¡por favor, no te harán daño! Estás a salvo aquí. Yo… solo estoy aquí para ayudarte.”
Felix no le creía. Todo lo que había conocido era dolor, y todo lo que había aprendido era a defenderse a cualquier costo. Las palabras de la chica eran lejanas, huecas. Cuando ella intentó acercarse de nuevo, él levantó la tijera, temblando. Sus músculos estaban tensos, su respiración irregular. Sintió el pánico recorrerle cada fibra. Su mano izquierda alcanzó el brazo de la chica y la agarró con fuerza, atrayéndola hacia él. Con la tijera en su otra mano, la colocó cerca de su cuello.
"¡No te muevas!" amenazó, con los ojos salvajes y llenos de terror. "¡No te acerques o... o te mato!"
La chica jadeó, completamente paralizada. El miedo nubló sus ojos, y el temblor de su cuerpo se hizo más evidente. "Por favor..." murmuró, sin moverse, apenas respirando.
En ese momento, la puerta del lugar se abrió de golpe. Felix apretó la tijera contra la piel de la chica, listo para defenderse. Un hombre alto entró con pasos seguros, pero su rostro no mostraba la frialdad calculadora que Felix había visto en los científicos. Vestía ropa común, sencilla, y su expresión era seria, pero no hostil.
El hombre levantó las manos, un gesto de paz. "Felix..." dijo con una voz calmada, profunda y suave. "No tienes que hacer esto. Nadie aquí quiere hacerte daño."
Los ojos de Felix parpadearon con desconfianza. Su corazón latía frenéticamente, y la desesperación seguía presente en cada uno de sus movimientos. “¿Qué les hiciste a ellos?” señaló con un leve movimiento de cabeza hacia los otros mutantes en las camas, inconscientes, conectados a máquinas.
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DISTRICT 8 | hyunlix
FanfictionDespués de la Tercera Guerra Mundial, el mundo quedó devastado y los sobrevivientes se confinaron en campamentos militares. Las generaciones expuestas a la radiación desarrollaron mutaciones genéticas, y esos descendientes fueron convertidos en arma...