"LOS OTROS"
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Felix estaba parado en la zona de entrenamiento, con Chan a un lado y Hyunjin al otro. Su mirada recorría el espacio, observando cómo otros mutantes entrenaban sus habilidades. Era un escenario impresionante: varios campos llenos de personas con poderes, practicando y perfeccionando sus destrezas. Todo era tan diferente a lo que había conocido en el laboratorio. Aquí, aunque los mutantes se empujaban al límite, no se sentía esa frialdad ni la presión de ser una "máquina perfecta." Aquí, había algo más: compañerismo.
Sin embargo, Felix no podía sacarse de la cabeza la estructura organizativa que había en el laboratorio. En su mente, aún veía el cuadro jerárquico de los mutantes, basado en la codificación que les asignaban al nacer o, en algunos casos, después de un tiempo de evaluación. Había tres niveles claros:
Nivel bajo: Los mutantes con habilidades más básicas, con codificación que iba desde la A hasta la I. Estos mutantes, aunque útiles en ciertos aspectos, no eran considerados "armas" para el gobierno. Se les entrenaba, pero no se esperaba mucho de ellos en situaciones de combate. A menudo, estos mutantes eran utilizados para trabajos de apoyo o tareas menos exigentes.
Nivel intermedio: Aquí se encontraban los mutantes codificados desde la J hasta la Q. Eran mucho más poderosos que los del nivel bajo, con habilidades que podían inclinar la balanza en batallas menores. Aun así, no eran considerados "críticos" para la estrategia general del gobierno, aunque seguían siendo valiosos. Felix recordaba especialmente a Jisung, J-14, quien había destacado en el laboratorio por su inteligencia y capacidad de adaptación. Jisung no era solo fuerte físicamente, sino también increíblemente astuto. Felix había visto cómo Jisung utilizaba sus habilidades con una destreza casi envidiable.Nivel alto: Aquí era donde las cosas se volvían verdaderamente aterradoras. Mutantes con codificaciones desde la R hasta la Z, extremadamente poderosos, capaces de destruir ciudades si lograban controlar por completo sus poderes. El nivel Z era el más alto de todos, y nunca había conocido a nadie con esa codificación. Se rumoraba que los mutantes Z eran mitos, seres tan poderosos que pocos sabían si realmente existían. Si un Z alguna vez había pisado el laboratorio, Felix no lo sabía, pero le costaba imaginar el tipo de poder que tendrían.
Él, siendo Y-15, se encontraba en el nivel más cercano al Z. Los científicos siempre le habían dicho que su potencial era inmenso, pero eso no importaba si no lograba controlarlo. Su poder, aunque extraordinario, era más una carga que una bendición en ese momento. Y las constantes reprimendas y castigos por su falta de control solo habían alimentado su miedo a desatarlo por completo. A veces, se preguntaba si realmente valía la pena tener un poder tan destructivo si nunca podría dominarlo.
Mientras esos pensamientos lo embargaban, su atención volvió al campo de entrenamiento. Había muchos mutantes en acción, algunos controlando sus poderes con facilidad, otros luchando por mantener el equilibrio entre la concentración y la potencia. Pero entre todos ellos, dos se destacaban claramente.
La mutante desconocida desaparecía y reaparecía en el campo de batalla, fluyendo entre ataques sin que la otra mutante pudiera tocarla. Felix suponía que se trataría de una X, lo que la colocaba en un rango muy alto, casi al nivel de los más poderosos. Su capacidad para volverse invisible la volvía prácticamente inalcanzable. Aunque sus ataques físicos no eran tan destructivos como los de otros, su habilidad para desvanecerse en el aire le permitía controlar cada situación a su favor.
Mientras ella desaparecía y reaparecía en distintos puntos del campo, U-07, Chaeryeong, él sabía quién era, creaba portales con rapidez y precisión para desplazarse y evadir los ataques, al tiempo que lanzaba contraataques desde ángulos inesperados. Su habilidad de teletransportarse y abrir portales la hacía un oponente formidable, especialmente en términos de estrategia y control de movimiento.
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DISTRICT 8 | hyunlix
FanfictionDespués de la Tercera Guerra Mundial, el mundo quedó devastado y los sobrevivientes se confinaron en campamentos militares. Las generaciones expuestas a la radiación desarrollaron mutaciones genéticas, y esos descendientes fueron convertidos en arma...