En el sereno y místico Pantano Dihua, el aire estaba lleno del suave murmullo del viento, acariciando las aguas tranquilas y esparciendo el aroma de los lirios de cristal que se extendían a lo largo del paisaje. Entre los vibrantes colores de las flores, una figura se destacaba: Ganyu, la emisaria de los Qixing de Liyue. Su largo cabello azulado caía en suaves cascadas hasta su espalda, y sus ojos, de un cálido tono carmesí, estaban cerrados mientras cantaba una melodía suave y antigua, una canción que solo el viento parecía entender.
Ganyu se encontraba sentada en un montículo de hierba verde, su delicada voz apenas más fuerte que el susurro de las hojas. El suave eco de su canto alcanzaba las flores de lirios de cristal que florecían a su alrededor, creando una atmósfera casi mágica. Estaba absorta en el momento, perdida en sus pensamientos y en la conexión que sentía con la naturaleza.
Pero, de repente, el delicado hechizo de tranquilidad fue interrumpido cuando Ganyu abrió los ojos y vio frente a ella, sentado sobre una roca, a un joven de cabello y ojos oscuros. TN estaba allí, mirándola con una pequeña sonrisa, sus ojos brillando con curiosidad y admiración. El contraste entre su figura tranquila y su presencia inesperada hizo que el corazón de Ganyu diera un leve salto de sorpresa.
Ganyu: ¿Quién eres? -preguntó con una voz suave, pero teñida de sorpresa, mientras sus manos aún descansaban sobre sus piernas.
El joven, al notar su sobresalto, levantó una mano de manera tranquilizadora y le dirigió una mirada amable, casi tímida, como si no quisiera perturbar el encanto de la escena.
TN: Mi nombre es TN. -respondió con un tono calmado- Lamento haberte sorprendido, no era mi intención, pero no pude evitar acercarme cuando vi a una chica tan linda cantando entre los lirios. Me dio curiosidad.
Ganyu parpadeó varias veces, procesando las palabras del chico mientras sentía un leve rubor subiendo por sus mejillas. La tranquilidad que la rodeaba parecía haber sido penetrada por algo inesperado, y a pesar de que su corazón latía un poco más rápido de lo habitual, no sentía una amenaza en su presencia.
Ganyu: Oh... bueno... gracias, supongo. -dijo, su tono algo titubeante mientras trataba de procesar la situación- Es raro que alguien me encuentre aquí... no muchos vienen al Pantano Dihua.
TN sonrió de nuevo, inclinándose un poco hacia adelante mientras mantenía sus manos descansando sobre sus rodillas, mostrándose relajado pero interesado.
TN: Quizás el destino quiso que fuera yo quien te encontrara hoy. -respondió con un tono algo juguetón, aunque con respeto, sin apartar su mirada tranquila de los ojos de Ganyu- A veces, los caminos de Teyvat nos llevan a lugares y personas que no esperábamos conocer.
El rubor en las mejillas de Ganyu se intensificó ligeramente, y aunque intentó mantener su compostura habitual, había algo en la tranquilidad del joven frente a ella que la desarmaba un poco.
Ganyu: No sé si el destino tiene algo que ver, pero... -comenzó a decir, desviando la mirada por un segundo hacia las flores de lirios a su alrededor- Me gusta venir aquí cuando necesito un momento de paz. Hay algo en este lugar que me recuerda que, aunque la vida puede ser agitada, siempre hay un rincón tranquilo donde puedo encontrar consuelo.
TN: Entonces entiendo por qué te gusta este lugar. -dijo TN, mirando a su alrededor- Es un sitio que parece estar congelado en el tiempo, como si todo lo demás dejara de importar. Y con tu canto, pareciera que incluso las flores te escuchan.
La suavidad de sus palabras hicieron que Ganyu lo mirara de nuevo, esta vez con un ligero destello de curiosidad. Aunque estaba acostumbrada a trabajar para los Qixing y cumplir con sus responsabilidades, raramente encontraba alguien que hablara con tal simpleza, sin exigencias, sin expectativas.
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Ecos De Liyue: El Loto Y La Estrella Fugaz
RandomCuarta parte de la serie de tn x Genshin impact