La lluvia caía en Liyue con una serenidad que transformaba la ciudad en un paisaje nostálgico. Los tejados y las calles de piedra relucían bajo el constante golpeteo del agua, mientras los riachuelos se formaban a lo largo de los caminos. TN caminaba tranquilamente, sujetando un paraguas tradicional de Inazuma, con el delicado sonido de las gotas rebotando sobre la tela del mismo. El paraguas, con su diseño clásico y su estructura de bambú, añadía un toque elegante a su figura mientras se movía entre las pocas personas que se aventuraban fuera en medio de la tormenta.
A lo lejos, algo le llamó la atención. Justo en la entrada de un pequeño establecimiento, bajo un techo que apenas la protegía de la lluvia, se encontraba Keching, la Equilibrio Terrenal de Liyue. Su cabello, normalmente impecable, ahora estaba algo húmedo debido al viento que lanzaba gotas de agua sobre ella. Aunque su expresión era serena como siempre, había una ligera incomodidad en su postura, como si no quisiera admitir que estaba atrapada por la lluvia sin un paraguas.
TN sonrió al verla y, sin pensarlo dos veces, se acercó.
TN: ¡Keching! —la saludó con voz animada mientras se acercaba bajo la lluvia.
Ella alzó la mirada y, al reconocer su voz, esbozó una sonrisa leve, aunque un tanto cansada.
Keching: Ah, TN... —respondió con un ligero suspiro— No esperaba encontrarte aquí hoy.
TN se acercó hasta quedar justo frente a ella, protegiéndola del agua con su paraguas.
TN: El destino es así de curioso, ¿no crees? —bromeó con su característico tono juguetón— Pero, parece que tú no estás teniendo la mejor de las suertes con este clima. ¿Dónde está tu paraguas?
Keching miró a un lado, como si la situación la incomodara.
Keching: Bueno mi paraguas... es cierto lo preste.
TN: Sin mentiras señorita equilibrio.
Keching: Olvidé llevarlo esta mañana... No esperaba que lloviera tan fuerte hoy. —admitió, algo resignada. — Pensé que podría regresar antes de que comenzara, pero parece que me equivoqué.
TN la observó con una sonrisa divertida, aunque con un toque de simpatía. Era raro ver a Keching en una situación en la que no tuviera el control, y eso le daba una oportunidad perfecta para ofrecerle su ayuda.
TN: Bueno, no puedes quedarte aquí esperando a que la lluvia pare. —comentó, observando el cielo gris, que no parecía tener intenciones de despejarse pronto— ¿Qué te parece si te acompaño a tu casa? Puedes compartir mi paraguas.
Keching lo miró con sorpresa. Al principio pareció dudar, pero la realidad era que no tenía muchas opciones. Volver a casa empapada no era algo que quisiera, y no había ningún indicio de que la tormenta fuera a disminuir en el corto plazo. Además, había algo en la actitud relajada y segura de TN que hacía difícil rechazar su oferta.
Keching: Supongo que no tengo otra opción... —dijo, con un ligero tono de resignación— Está bien, acepto.
TN amplió su sonrisa, complacido, y se hizo a un lado para que ella pudiera acercarse más y quedar bajo el paraguas. Mientras ambos comenzaban a caminar juntos, el sonido de la lluvia creando un ritmo constante a su alrededor, TN no pudo evitar bromear.
TN: No sabía que te podía ver en apuros, Keching. Es un poco... encantador, ¿sabes? —comentó con una risa ligera.
Keching, quien caminaba junto a él, lo miró de reojo con una expresión que mezclaba molestia y diversión.
Keching: No estoy en apuros. —replicó rápidamente, aunque su tono estaba teñido de una leve sonrisa— Solo fue un error de cálculo, nada más.
TN la miró con ojos entrecerrados, claramente disfrutando de la situación.
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Ecos De Liyue: El Loto Y La Estrella Fugaz
SonstigesCuarta parte de la serie de tn x Genshin impact