Capítulo 3: Convivencia

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Los días en Liyue continuaban pasando con la serenidad propia de la región, el puerto siempre lleno de actividad, comerciantes y viajeros de todas partes. Entre el bullicio de las calles, TN y Ganyu comenzaron a encontrarse con mayor frecuencia en el puerto. Para Ganyu, estos encuentros eran refrescantes, una pausa agradable entre sus innumerables responsabilidades. Para TN, cada encuentro era una oportunidad para seguir con sus bromas y, claro, con sus insinuaciones.

Una tarde, justo cuando el sol empezaba a ocultarse detrás de las montañas, el puerto estaba lleno de luz dorada. Ganyu estaba terminando un encargo para las siete estrellas, revisando unos documentos importantes antes de entregarlos a Keching. Como siempre, se encontraba profundamente concentrada en su tarea, sus manos delicadamente sosteniendo los papeles mientras sus ojos recorrían las líneas de texto con precisión. Sin embargo, una figura conocida se acercaba lentamente desde atrás.

TN: ¿Y qué hace la trabajadora más dedicada de Liyue aquí en medio de todo este ajetreo? -dijo con su tono juguetón habitual, inclinándose ligeramente hacia ella.

Ganyu levantó la vista con una ligera sorpresa, pero pronto una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

Ganyu: Estoy terminando unos deberes para la señorita Keching. El puerto está muy ocupado hoy. -respondió con tranquilidad, aunque el tono de su voz delataba un toque de alegría al verlo.

TN se cruzó de brazos y se acercó un poco más, observando el puerto animado a su alrededor.

TN: ¿Y tú siempre tan aplicada? Deberías tomarte un descanso. -sugirió, ladeando la cabeza mientras la miraba- ¿Sabes? A veces me pregunto si no te estás esforzando demasiado. Tal vez necesitas a alguien que te saque de esta rutina de trabajo... como yo, por ejemplo.

Ganyu parpadeó varias veces, sus mejillas ligeramente sonrojadas por la insinuación. Sabía que TN solía bromear de esa manera, pero cada vez que lo hacía, no podía evitar sentirse un poco más nerviosa.

Ganyu: Yo... no me molesta trabajar, es mi deber. Además, si dejo de hacer las cosas correctamente, Liyue podría... -comenzó, pero fue interrumpida por TN, quien tomó uno de los papeles de sus manos con una sonrisa.

TN: Vamos, Ganyu. No todo en la vida es trabajo. -dijo, fingiendo leer el documento con expresión seria- Si sigues así, te convertirás en una estatua de la Cámara de Jade. Hermosa, sí, pero completamente inmóvil.

La broma provocó una pequeña risa de Ganyu, quien trató de no mostrar cuánto le afectaban sus palabras. Sabía que él tenía razón en cierto sentido, pero también sentía una responsabilidad ineludible hacia Liyue.

Ganyu: Tal vez... pero el equilibrio en Liyue es frágil. -dijo suavemente, aunque sus ojos volvieron a encontrarse con los de TN, quienes la miraban con esa mezcla de picardía y dulzura que siempre la desarmaba.

TN: ¿Equilibrio? Bueno, ¿y qué pasa con tu propio equilibrio? -dijo mientras le devolvía el documento, acercándose lo suficiente para que sus hombros casi se rozaran- Si trabajas demasiado, te caerás. ¿Quién te salvará entonces?

Ganyu se sonrojó aún más ante el comentario, su mente llena de imágenes confusas entre el deber y las palabras suaves de TN. Sin embargo, antes de que pudiera responder, TN hizo un movimiento rápido. Tomó sus manos, algo que ella no esperaba en absoluto.

TN: Mira, así es como se consigue un buen equilibrio. -dijo mientras entrelazaba sus dedos con los de ella, sosteniéndola firmemente.

Ganyu, completamente sorprendida por el contacto, sintió cómo su corazón se aceleraba. Intentó encontrar las palabras adecuadas, pero su mente estaba en blanco.

Ecos De Liyue: El Loto Y La Estrella Fugaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora