Capitulo 4: "Lo que el mar se llevo"

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Normal PoV

- Compi todo bien? No has hablado casi nada en todo el camino. . . —preguntó la chica rubia a su amigo, que como decía se le veía aun nervioso por ser casi descubierto.

- . . . E-eh? N-no, no pasa nada Ash, solo que *bostezo* me esta dando sueño. Las clases se sintieron más aburridas y largas que de costumbre.

- Jaja como digas Jake, y sera por eso que te quisiste meter al mar, ¿no es así? —molesto la vaquera, sabía que Jake mentía pero no iba a interrogarlo ahí mismo.

- . . . Mira Ash ese no es el chico que trae el agua? —intentando cambiar de tema rápido, señaló a un chico moreno bastante alto y musculoso. Que vestía un overol de trabajo.

- Ay no es Will, Jake por favor cubreme. —de la nada la chica se puso nerviosa y trato de encogerse para no ser vista.

- Porque te quieres esconder? Sientes acaso le debes el tanque de la semana pasada?

- No! Es que. . .

Después de que el chico alto se haya subido al camión donde parecía ser que sacaba los galones de agua, la rubia con un tono sorpresivamente nervioso confesó que el chico le gustaba y que parecía que eran correspondido. Sino que Will tenía estrictamente prohibido hablar con los clientes en horario de trabajo, por eso era su temor de que la viera.

- Will es un chico bastante dulce, pero así como dulce es bastante tontito y se olvidaría de esa regla en cuanto me viera. —finalizó la chica ahora con su tono tan tranquilo de siempre.

- . . . Wow felicidades, seguro debe ser un chico bastante agradable.

- Ni te lo imaginas, todo comenzó cuando se equivoco del cambio y volvió corriendo a la cafetería jaja fue tan divertido y tierno verlo pedirlo porfavor.

Como si esa frase hubiera sido un detonador, la rubia comenzó a contar entre pequeñas risas todos lo pequeños vistamientos que tenía el moreno con ella, desde enviarle pequeños dibujos en los recibos, hasta pequeñas cartas dentro de la caja donde estaba el galón. Esta conversación fue bastante divertida para la rubia pero mientras que el peliazul se sentía.  . . Perdido.

No era que no estuviera feliz por su amiga, la apreciaba mucho en el poco tiempo que tenía trabajando con ella, pero tocar temas como el amor eran. . . Incómodos para él. "El amor es como la marea del mar, aveces es templado y calmada, como otras veces huracanado y mortal" esa era una las frase que leía en las revistas sobre vida marina que tanto le gustaba, quien pensaría que llegaría a vivir eso en carne propia.

Su mirada se encontraba perdida al igual que sus pensamientos, no quería pensar más en el pasado y tal vez concentrarse más en el presente. . . Redirigiendo su vista hacia el gran atardecer frente a él, recordando poco a poco la sonrisa que le daba su extraño amigo triton, y tal vez pensar en alguna comida para llevarle el día siguiente.

Todo ese pensamiento positivo se perdió en cuanto vio a una persona al otro lado de la acera, trataba de no sonar preocupado y alertar a su acompañante. Así que fingio estar calmado hasta que llegaron a la parada final, la parada de autobuses donde la rubia tomaba el primero para regresar a su hogar.

- Jake estas seguro que todo esta bien? Te ves. . . Palido. —preocupada vio como su amigo parecía a cada momento perder más el color y mirar a otro lado.

- Jaja son ocurrencias tuyas, solo es que no comí bien en la tarde. Juro que comeré algo en cuanto llegue a casa. —mentía el peliazul qué aun sentía una mirada en su nuca.

- Si quieres podemos ir a comer a ese restaurante de comida china y . . . —insistía su amiga.

- No! . . . Digo, ya es tarde y tal vez no haya buses de regreso, estaré bien lo juro. —termino de decir el mayor para darse la vuelta y caminar unos pasos de aquella parada.

Amor En La Bahia (Tom x Jake) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora