—Deberías considerar lo que te dije la semana pasada, embarcarte en otras clases extracurriculares siempre es una buena opción. —El Sr. Brooks me observa mientras juega con un bolígrafo en sus manos—. Oí que se abrieron nuevas bacantes para el equipo de atletismo.
Aprieto los labios—. A esta altura ya debería saber que tengo prohibida la entrada a ese o cualquier otro equipo deportivo.
El hombre se acerca un poco hacia mí.
—Entre nos, esa chica se lo merecía —susurra, sonriendo con complicidad.
Por supuesto que se lo merecía. Era la hija del entrenador del equipo contrario y por alguna razón creía que merecía un trato especial. Se metió con mis compañeras de equipo y conmigo, pero nadie le llamó la atención o marcó alguna falta en su comportamiento por eso no me quedé de brazos cruzados y en la recta final de la carrera de postas pretendí caer sobre ella y se lesionó una rodilla.
Me hubiera salido con la mía si la chica no hubiera estado preparándose para las estatales y ella fuese la estrella de su equipo. Ahora será mi culpa si pierden.
Por supuesto, fui venerada por mi equipo, pero el castigo fue quedar excluida por el resto del año. No fue para nada justo, pero su padre quería acabar conmigo especialmente porque eso podría haber "destruido la carrera deportiva de su molesta hija".
Que dramático.
—Gracias.
— ¿Robótica? —Un gran NO.
— ¿Quiere verme jugando con electricidad? —Inquiero mirándolo seria.
—No — responde con seguridad—. Bien, ¿qué te parece el club de manualidades?
—Mi talento artístico va desde cero a menos cinco. —Vuelvo a apoyarme contra el respaldo de la silla.
—La estás haciendo difícil —advierte para no decir que mis excusas están a punto de sobrepasar su paciencia para conmigo— eres parte del grupo medioambiental de la escuela, ¿por qué tanta ambición?
—Cerraron el club de ajedrez sin previo aviso, esa actividad formaba parte de mi aplicación, ahora tengo que contrarrestar esa pérdida —suspiro—. Todavía no entiendo por qué lo clausuraron.
—Falta de presupuesto —responde al segundo—. Están recortando muchos otros, todo por un ala nueva para el equipo de natación. Como si la piscina actual estuviera a punto de destruirse, la arreglaron hace un par de años —se queja bajando la voz.
—Sospecho que no siente un gran aprecio por el entrenador Wagner.
—Es un bastardo que siempre obtiene lo mejor sólo porque lame los pies de todos lo que representan un buen trato para él y es el único que trae distinciones a la vitrina —murmura eso último antes de soltar un suspiro—. Lo lamento, tenemos la política de no insultar frente a los estudiantes. ¿El equipo de amantes de las matemáticas?
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El Club Del Beso ©
Teen FictionLas madres de Filly y Rhodes se detestan por un error del pasado que provocó una ruptura en su amistad. Al igual que ellas, sus hijos también se distanciaron volviéndose unos extraños. Pero todos esos años separados se disipan cuando ambos quedan se...