Antes de comenzar con la historia, quiero que sepan que la idea no es mía. Hay una película titulada "P.S. I Love You" dirigida por Richard LaGravenese, de 2007. La vi hace muchos años cuando era pequeño, y me encantó. Por eso ahora quiero escribir una pequeña adaptación, por supuesto, con mi estilo particular.
Es algo larga para considerarla un one-shot (casi 6000 palabras), pero como son mis historias hago lo que quiera con ellas jajaj. No en serio, tiene que ser asi de larga para que quede bien.
En serio, dadle una oportunidad, creo que os va a encantar. Y hacedme saber que opináis votando y con los comentarios.
Espero les guste.
POSDATA TE QUIERO
El viento golpeaba con suavidad los árboles del jardín, moviendo las hojas de un lado a otro, como si fueran los susurros de algo que ya no estaba. Astrid, sentada en el banco de madera que Hiccup había construido para ella, apenas podía distinguir los colores del amanecer. Los días se sentían como una película borrosa desde que él se había ido. Su mirada estaba perdida, fija en un punto que no existía.
La casa estaba en silencio, un silencio que parecía devorarla desde adentro.
Tocaron la puerta.
Astrid apenas reaccionó, pero el golpe insistente la obligó a levantarse. Cuando abrió, se encontró con Heather, su mejor amiga, quien había estado apoyándola desde el funeral. Heather la miró con una mezcla de preocupación y ternura.
—Astrid... ¿cómo estás? — le preguntó, a sabiendas de que la respuesta sería la misma de los últimos días.
—Estoy bien —murmuró ella, sabiendo que mentía.
Heather frunció el ceño y, sin pedir permiso, entró en la casa.
—No estás bien, y eso es completamente normal —dijo su amiga, mientras se dirigía hacia la cocina—. Has estado sola aquí demasiado tiempo. Sé que es difícil, pero no puedes seguir así.
Astrid cerró la puerta lentamente y la siguió, sintiendo el peso de las palabras de su amiga. Sabía que tenía razón, pero no quería escucharla. No quería que nadie le dijera cómo debía lidiar con la ausencia de Hiccup. Era su dolor, su pérdida, y sentía que no podía compartirlo con nadie.
—En serio, estoy bien —insistió Astrid, aunque la verdad estaba muy lejos de esas palabras.
Heather la miró con empatía, mientras colocaba una taza de té en sus manos.
—Lo entiendo, Ast, pero no tienes que hacerlo todo sola. Tienes amigos, me tienes a mí... y aunque no lo creas, también lo tienes a él. —Los ojos de Heather brillaron con la mención de Hiccup, como si supiera algo que Astrid aún no había descubierto.
Astrid bajó la vista y sostuvo la taza de té, sintiendo el calor en sus manos, pero nada en su corazón.
—No es tan fácil, Heather. Él se ha ido, ¿cómo podría tenerlo todavía?
Heather suspiró, y antes de que pudiera responder, algo inesperado ocurrió. El timbre sonó nuevamente. Astrid, confundida, miró a su amiga. No esperaba a nadie, y la hora era demasiado temprana para visitas.
Se levantó de mala gana y abrió la puerta. Frente a ella, un pequeño paquete estaba en el suelo, sin remitente. Astrid lo recogió, frunciendo el ceño. Dentro del paquete, algo crujía. Cuando lo abrió, encontró una carta. Reconoció la caligrafía al instante.
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One-shots (Hiccstrid)
NouvellesEn este pequeño apartado publicaré diferentes historias cortas sobre la vida de nuestros queridos protagonistas. Amor, tragedia, drama, todo en uno. Admito peticiones. ⚠NO COPIAR, RESPETA LOS DERECHOS DE CADA UNO⚠