Magia 13

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Emma:

—¡Klaus!, ¡Klaus!—Baje casi corriendo las escaleras.—¿Que pasó?—Elijah apreció.—Yo... yo necesito mi teléfono, tengo que llamar a Klaus.— La sensación de falta de aire empezó a aparecer.

Ignore la pregunta de Elijah para ir por mi teléfono que está en el sofá de la sala, tomé mi teléfono y automáticamente llame al número de Klaus.

—Emma.—Klaus dijo entusiasmado.—Klaus necesitó que vengas ya.— Estoy algo ocupado buscando a Stefan, ¿Hablamos cuando llegue?—Klaus quieren revivir a Esther.—Dije de golpe y como Elijah estaba ahí, escucho.—Voy para allá.—Dijo Klaus y después colgó el teléfono.

—¿Como es eso posible?—Elijah me pregunto.

—Elijah si la reviven me volverá a encerrar en ese lugar y yo no quiero Elijah por fin soy libre.—Te prometo que no te pasará nada.—puse mi cabeza en su pecho y él me abrazo.

—Alguien puede decirme que esta pasando?—Rebekah aprecio con cara de preocupación.—Bek tengo que decirte algo.—Rebekah me miro con curiosidad.—Cuando nos convertimos mi magia no se fue, yo era.—Mitad vampiro mitad bruja.—Rebekah termino por mi.—Si, Bek, cuando Esther descubrió que éramos una abominación intentó matarlos y yo no sé lo permití así que ella me entregó a unas brujas, porque yo le impedía que les hiciera daño.

—¿Porque no me lo dijiste?—Porque es tu madre  Bek, sé que le amas y yo también la amaba, ella me hizo parte de su familia pero ella después se convirtió en una muy mala persona.—Rebekah me abrazo y yo hice lo mismo.—Lo siento mucho.—Me dijo al oído.—Esta bien Bek.—Me separé de ella.

—Tenemos que hacer algo antes de que Esther vuelva de la muerte.—Elijah nos miró a ambas.—Esther es la única que sabe como matarnos y no creo que sea suficiente con solo nosotros necesitamos....—Lo pensé un momento.—Tengo que aprender a usar mi magia.—Dije

—Conozco a alguien.—Dijo Elijah.—¿Quien?—Pregunte.—Hace no muchos años conocí a un hombre en Chicago, es brujo y es muy bueno, nos hicimos amigos pero Mikael me encontró y tuve que irme de Chicago, iré a buscarlo.—No tardes Elijah, No sabemos si Esther ya está caminando cerca de
aquí.—Me serví un vaso de agua, Elijah asintió y se fue.

—Voy a matar a Damon.—Rebekah parecía molesta.—No.— La frené.— El nos puede servir de algo.— Bueno creo que tendremos que cambiar ese vaso de agua por algo mejor.— Rebekah señaló mi vaso y yo sonreí.

Estuvimos un rato bebiendo Rebekah y yo, y se sintió muy bien, por unos instantes se me olvidaban todos los problemas que había.

—¿En donde crees que se allá metido Kol?— Pregunte.—Le encanta ir con chicas lindas, acostarse con ellas y luego su parte favorita que es secarlas.—Cuando nos convertimos recuerdo que no podía controlarse.—Si, pero con el paso de los años todos le ensañamos a controlar su sed.

—¿Y Finn?—Bueno Finn, Finn siempre odio lo que somos, y es el favorito de mamá.—Creo que puede cambiar.— Puede ser Emma, pero no te confíes mucho.

—¡Voy a matar a Elijah!—Klaus apareció muy molesto.—¿Que pasó?—Me puse de pie.—Llame a mi hermano para saber donde estaba y resulta que está en Chicago buscando a un brujo.—¿Y eso que tiene de malo?—El me odia Emma, yo mate a su madre hace mucho.—Lo siento Klaus pero ese no es nuestro problema, tu madre tal ves ya está en camino y yo necesito aprender a usar mi magia.—Klaus se dio la vuelta y se fue.

Estaba muy confundida, primero se notaba muy preocupado porque su madre estuviera de regreso, creo que no le importo lo suficiente o ya no siente nada por mi, Klaus es muy complicado y yo no puedo vivir así toda mi vida.

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