Emma:Mi vista estaba borrosa, no podía ver nada con claridad pero podía ver que había alguien enfrente mío.
—¿Donde estoy?—Dije algo confundida.—Pensé que nunca despertarías.—Esa voz... Era...
—Esther.—Logre decir con la respiración
cortada.—Es un placer verte de nuevo Emma pero creo que tú no estás tan feliz.—Como estaría feliz si tú me entregaste a mi infierno.—Intente quitarme las cadenas.—No podrás quitarte las cadenas, les hice un hechizo. No sigas intentando, solo gastas energía.—Eres una maldita perra Esther, cuando logre quitarme estas cadenas te matare y cortarte tu cuerpo en pedazos para tirarlo en la basura.—Dije con coraje intentando quitarme las cadenas.
—Tengo que ser rápida ya que mis hijos no tardan en venir a rescatarte.—Dijo Esther ignorando completamente lo que le acababa de decir.
—Si lo que quieres hacer es entregarme otra ves a ese infierno ¡HAZLO DE UNA VEZ!—Mi respiración se acelero.—Mi intención nunca fue hacerte daño Emma, tu eres como mi hija.—Yo no soy tu hija, y tu no eres mi madre ni nada que se parezca, ni si quiera eres madre de tus propios hijos, tu no mereces ese nombre.—No vuelvas a decir eso.—Esther levanto su mano y me dio un horrible dolor de estómago que empecé a vomitar sangre. Y mi blusa estaba toda manchada
—Todo lo que he hecho y lo que haré es por el bien del balance sobrenatural.—Dijo ella como si se estuviera victimizando.—Tu siempre dices eso, pero no te has puesto a pensar nunca en tus hijos, ellos no tienen la culpa de que nos hiciste unos moustros, y ahora ellos están pagando tus consecuencias.—Dije cuando deje de vomitar sangre.
—Yo amo a mis hijos, incluso a ti y cuando por fin haga lo que tuve que hacer desde hace mucho tiempo ellos me darán las gracias y podrán vivir la vida que les toco a cada uno.—¡Tu no sabes nada Esther, cierra la boca!—Te prohíbo que me hables así Emma.—¿Oh que?, ¿Que me vas a hacer Esther?, ¿Que mas puedes hacerme que me duela mas que todo lo que ya eh vivido?.—Esto
Esther puso sal a mi alrededor, formando un círculo, y dentro de él puso dos sillas.
—¿Nos sentaremos a tomar el té?—Dije sarcásticamente y ella me ignoró completamente.
—manteung.—Dijo Esther y automáticamente deje de moverme, y lo intente pero no podía.
Ella rápidamente me quito las cadenas y me sentó en una de las sillas, no se como lo hizo pero no podía moverme en lo absoluto y eso me desespero, cuando me sentó en la silla me volvió a amarrar con las mismas cadenas.
—Mantegistun.—Dijo ella y pude volver
a moverme.—No se que clase de juego es esté Esther pero solo aumenta mis ganas de querer
matarte.— dije mirándola a los ojos con odio.—Tranquila, pronto lo sabrás.—¿En donde esta?—Klaus entró furioso.—¡Klaus!—Grite.—Klaus vete de aquí ella puede matarte.—Dije alarmada.—No le tengo miedo, ademas yo la mate, ella es la que debe tenerme miedo a mi.—Dijo Klaus muy seguro.
—No intentes pelear conmigo Niklaus, o Emma pagará las consecuencias.—Ella ya pasó por mucho, creo que deberías de dejarla en paz.—Dijo Klaus.
—Mi intención nunca fue hacerle daño, ni siquiera a ti o a tus hermanos.—¡Pero lo hiciste, dañaste a tus propios hijos!—Dijo Klaus.—Lo siento mucho.—Dijo Esther.
Klaus intentó atacar a Esther pero ella lo mandó volando hacia una pared provocando que se derrumbara, mientras eso pasaba yo estaba intentando quitarme las cadenas pero era inútil.
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Destino
FantastikEmma, después de más de mil años pudo escapar de las brujas sin saber todo lo que le espera en el mundo real. ¿Que pasaría si ella encuentra a los Mikaelson? ¿Su vida podría cambiar?