Destino

La magia 15

Emma:

—Puedes traerme otro de estos.—Levante mi copa que ya estaba vacía.— Claro.—El mesero amablemente me la quito.—¿Como se llama esa bebida?, esta deliciosa.—Le pregunte.—Es un martini señorita.—Llámame Emma.—Emma.—Corrigió el.

—¿Te rompieron el corazón?—El mesero me dio mi bebida.—¿Cual es tu nombre?—Ignore su pregunta por completo.—Will.—Ven un momento porfavor will.

—Bueno... por donde empiezo mmm. Ah si, estuve secuestrada más de un milenio, pero luego escape, y pensé que todo sería perfecto pero resulta que mi familia es todo un caos y el que pensé que era el amor de mi vida siento que ya no me ama, y hoy su hermano murió por mi culpa, luego peleamos, llegué aquí y me estoy muriendo de hambre.

—Esa es una buena historia para una película.—Will se veía algo confuso.—Lo malo es que no es una película.—Hice una mueca.—Ahora.—Mire a Will a los ojos.—En cinco minutos iras al callejón de atrás y no harás ruido, no tengas miedo tranquilo y olvida lo que te dije.—Si.—Dijo el.

Cinco minutos después cuando ya me había terminado mi martini salí por la salida trasera del bar y ahí estaba Will recargado en la pared en completo silencio.

—Se ve que eres buen chico Will.—Puse mi mano sobre su hombro.—Pero lamentablemente tengo que comer.—Will solo me miro raro pero no dijo nada ya no podía. Y sin esperar le mordí el cuello, bebiendo toda su sangre.

—No creo que sea bueno que estés sola.—La voz de Elijah sonó a mi espalda.—No me gusta que me interrumpan cuando estoy comiendo.—Deje caer al chico que ya estaba muerto.—¿Esa es tu forma de ignorar tu dolor?—Mira Elijah, por fin soy libre y creo que tengo derecho a disfrutar un poco antes de volver a mi realidad y tener la responsabilidad de matar a Esther y a los estúpidos de los hermanos Salvatore, aElena, Caroline, y a tod.—Emma.—Elijah me interrumpió.

—¿Que?—No todo es tu responsabilidad, nosotros podemos encargarnos de ellos, vamos a vengar a Kol, porque nadie toca a nuestra familia, te doy mi palabra.—Discúlpame Elijah pero estás equivocado, tu sabes más que nadie que yo siempre eh cuidado de todos ustedes y esa es mi responsabilidad y además quiero hacerlo.

—Mínimo déjanos ayudarte Emma.—No quiero que alguien más muera por mi culpa.—Dije en voz
baja.—Kol no murió por tu culpa.—Claro que si, si yo no lo hubiera llevado a recuperar a finn no le hubieran enterrado esa estaca y él estuviera aquí y lo llevaría a una fiesta como se lo prometí.—Las lágrimas empezaron a salir de nuevo.

—Vamos a casa y ahí todos juntos hablaremos de que vamos a hacer.—Dijo Elijah.— Esta bien.—Tomé el brazo de Elijah y me acurruqué en el.

Durante el camino estuvimos en silencio, no tenía ganas de hablar y creo que Elijah tampoco, estaba algo nerviosa porque sabía que Klaus estaría en casa y no creo que será el mejor momento para verlo de nuevo pero teníamos que estar juntos para poder acabar con Esther.

—Al fin llegan, estaba preocupada.—Rebekah me dio un abrazo.—Estoy bien, solo fui a despejarme un rato.—Bueno.—Rebekah me dio una sonrisa triste.

—Tenemos que hablar de lo que haremos con nuestra madre, ¿En donde está Niklaus?—Dijo Elijah.—Aquí estoy.—Klaus apareció con un varios libros en las manos.

—¿Que es eso?—Pregunto Rebekah.— Son los Grimorios de nuestra madre, ahí encontrarás cualquier tipo de hechizo Emma y tal ves allá algo que nos pueda ayudar a matarla.—Klaus puso los libros sobre la mesa.

—Puedo revisarlos pero no tenemos mucho tiempo, Esther puede aparecer en cualquier momento.—dije.

—Si y nuestro hermano está con ella como siempre siendo el esclavo de nuestra madre.—Klaus dijo malhumorado.—Cuando Finn me vea y le pueda contar que fue lo que realmente pasó se pondrá de nuestro lado y dejará de estar manipulado por Esther.—Me serví un vaso de Bourbon.—Ojalá funcione.—Dijo Rebekah.