La fiesta 11

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Emma:

Casi todo el día Rebekah y yo estuvimos organizando la fiesta de mañana, a Rebekah se le había ocurrido esa idea para hacer que todo el pueblo esté de nuestro lado. Y su idea no me apreció tan mala.

Entramos a la casa y fuimos a la sala y la escena que vi no me gustó para nada, objetos salían volando por todos lados. Elijah estaba leyendo un libro como si lo que estuviera pasado fuera normal, Klaus estaba pintando algo, Kol estaba observando a Alicia, ya que Alicia era la que estaba haciendo que las cosas salieran volando y había una mujer algo ya grande se veía.

—¿Se puede saber que está pasando aquí?—Deje las bolsas de las compras que habíamos hecho Rebekah y yo en el suelo.—Emma.—Klaus se puso de pie
feliz.—Llame a mi gran amiga Monica.—Señaló a la mujer.—Es bruja y me pareció buena idea que le enseñara a Alicia a usar su magia.—Mira lo que hago Emma.—Alicia me llamo.—Incendia.—Cuando Alicia dijo esas palabras la chimenea prendió fuego.

—Niklaus Mikaelson.—Oh no dijo su nombre completo, esto se pondrá Interesante.—Kol se burló de Klaus.—Puedes venir porfavor.—Intente mantenerme calmada pero con este hombre algún día me hará explotar, Klaus me siguió hasta el comedor.—¿¡Que estás haciendo!?—Pense que sería buena idea que aprenda a usar su magia, no todos nacemos con ese don.—Klaus, es muy chica para eso, merece ser más normal.

—Yo la veo muy feliz, ¿Alguna ves le has preguntado qué quiere?—No, porque no tiene la edad para decidir y yo estoy a cargo de ella por eso la llevaré a New Orleans para que esté a salvo.—Emma, creo que te preocupas demasiado.—Tú no sabes nada
Klaus.—Salí del comedor molesta.—Alicia ve por tus cosas, ya nos vamos.—Alicia se despidió de monica la bruja y se fue por sus cosas.—¿Ya les dijiste de la fiesta de mañana Bek?—Si, tienen que vestirse formales mañana será nuestra presentación como familia.—¿Se puede saber que están tramando?—Elijah cerró su libro.—Nada, solo queremos dar una buena impresión, ¿Verdad
Bek?—Exacto, además no seas aburrido Elijah, no te hace daño divertirte.

—Yo regresaré mañana, porfavor no se maten.—No prometo nada.—Kol levanto las
manos.—Ignore el comentario de Kol y salí de la sala, para ir a la entrada de la casa, quien ya estaba Alicia esperándome.—¿Lista?—Si.—¿Esta todo bien?—Le pregunté.—No me quiero ir Emma.—Solo será por un tiempo, cuando todo esté resuelto iré por
ti.—Alicia lo pensó un momento para después sonreírme.—Esta bien.

Subimos al auto y nos fuimos directo a New Orleans, no quería separarme de Alicia, pero no puedo permitir que corra peligro, si algo le pasara por mi culpa nunca me lo perdonaría. Además con la fiesta de mañana no sabemos que vaya a pasar y no quiero dejarle ese trauma creo que tuvo ya suficiente con lo que pasó en el sacrificio. Durante el camino Alicia me contó que desde que su mamá murió la señora Sharon la acogió en su casa. Es una señora ya algo anciana que tiene una casa tan grande que la usa para darles hogar a niños sin padres o familia.

—¿Es aquí?—Apunte la casa que estaba frente a nosotras y ella Asintió.—Nos bajamos del auto y ayude a Alicia con sus maletas, llegamos a la entrada de la casa y toque la puerta.—Alicia, estás viva.—La mujer que me imagino que es Sharon la
abrazo.—Me da gusto verte Sharon.—¿Estás bien?, ¿Que fue lo que te hicieron?—Tengo que contarte todo Sharon.—Alicia puso una cara algo triste, sabia que le dolía recordar todo lo que le hicieron.

—Mucho gusto soy Emma Mikaelson.—Le ofrecí mi mano a la señora y ella la tomo con una sonrisa.—Ella es la que me cuido todo este tiempo
Sharon.—Muchas gracias por cuidarla Emma.—No es nada Sharon ella es una niña muy valiente.—Le sonreí.—Llevaré tus cosas a tu habitación, las dejo para que se despidan.—Un placer señora Sharon.—El gusto es mío Emma.—La señora Sharon tomo las cosas de Alicia y entro a la casa.

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